Un 4 de agosto en Sevilla y sin luz durante más de siete horas. 700 familias de Los Pajaritos se quedaron ayer sin aire acondicionado, frigorífico ni televisión por el incendio, pasadas las 15.30 horas, de un centro de transformación de Sevillana Endesa que nutre la línea Amate 1.
Las explosiones en la caja y el humo alertaron a los vecinos de las calles Mirlo y Calandria, que inmediatamente salieron a la calle, desde donde vieron el fuego. "Con 40 grados y hemos pasado toda la tarde en la calle", se quejaba una vecina de Los Pajaritos. "Esto no pasa -apostilló- ni en Los Remedios ni en Nervión". La sobrecarga de la red, fundamentalmente por el uso de los aires acondicionados, se apuntaba como la principal causa del fallo eléctrico.
Piscinas para los niños, parques infantiles? todo salió a la calle para soportar el intenso calor. Y quien se quedó en casa fue para ducharse. Las reuniones a la sombra recordaron a las noches en los pueblos, pero con el termómetro disparado. "Tengo la insulina de mi marido en la nevera y a las tres o cuatro horas se estropea, así que me digan qué hago", aseveró Carmen, quien se acercó a uno de los técnicos de Sevillana Endesa para saber cuándo volvería la luz. Era la pregunta del millón. "Sobre las diez de la noche", contestó uno de los operarios, para alivio de los vecinos, puesto que creían que estarían toda la noche sin electricidad.
Y es que hace un par de años, el mismo transformador soportó otro incendio. "Entonces estuvimos más de un día sin luz", aseguró un vecino, quien recordó que en aquella ocasión la puerta metálica salió disparada contra el edificio de enfrente. "Le dio a un bombero, pero pudo ocurrir una desgracia si pilla a un niño o a cualquier persona de cuajo", apostilló otro de los afectados. Eso sí, le indemnizaron por la comida y los electrodomésticos estropeados.
Los vecinos incluso plantearon ayer recoger firmas para solicitar a Sevilla Endesa y al Ayuntamiento que trasladen el transformador al parque cercano o a cualquier otra zona "sin edificios al lado". Lo cierto es que este transformador está situado entre la trasera de dos bloques, al lado de unas viviendas con finas paredes. "Menos mal que los bomberos llegaron pronto, porque esto no puede seguir así. No puede estar tan cerca de las casas. Es que está casi dentro", criticaba Rocío, quien alentaba a otros vecinos para que se recogiesen firmas para el traslado del centro de transformación. "Ahora -apostilló otro vecino- pondrán los generadores a tope y nadie de esos bloques podrá dormir esta noche".
Por su parte, Sevillana Endesa informó de que el primer aviso se registró a las 15.46 horas por el fuerte humo que salía del transformador de la calle Calandria. Eso sí, defendieron que esta instalación era nueva, puesto que se había renovado dentro del plan de inversiones Alborada.
La compañía eléctrica Endesa ha restablecido de manera total esta mañana el suministro eléctrico en la zona de la barriada sevillana de Los Pajaritos que ayer quedó afectada por el incendio de un centro de transformación en la calle Mirlo, que será remodelado en su integridad.
Fuentes de Endesa explicaron a Europa Press que la corriente eléctrica quedó reinstaurada mediante la instalación de dos grupos electrógenos. El primero de ellos fue instalado a las 22,30 horas y el segundo en torno a las 23,30 horas, momento en el que todos los afectados recobraron la luz.
Los operarios de Sevilla Endesa, al cierre de esta edición, no explicaron las causas del incendio, pero los vecinos lo tenían claro: "Mira a tu alrededor, todos los pisos tienen aire acondicionado y seguro que casi todos estaban en marcha a las tres de la tarde. La red no ha soportado tanta carga", opinaba Ramón, quien añadió que en Los Pajaritos "la gente no se va todo el mes de agosto de vacaciones, por razones obvias".
El delegado de Tres Barrios, Francisco Robledo, presente tras el incendio, afirmó que los vecinos del transformador ya escucharon fuertes ruidos la pasada noche.
Lo cierto es que las 700 familias que tuvieron que soportar toda la tarde sin luz en pleno mes de agosto le tuvieron que echar imaginación. "Vístete y nos vamos en Metro al Nervión Plaza, que se está fresquito", le decía Marta a su amiga sofocada a media tarde.
