Lleida será la primera ciudad española donde no se podrá utilizar el velo integral en los equipamientos públicos. Esta prohibición se podrá poner en marcha en base a un informe elaborado por los Servicios Jurídicos del Consistorio que han avalado vetar el acceso de personas con velos integrales como el burka -con rejilla en la cara- y el niqab -que sólo deja al descubierto los ojos- en equipamientos públicos de la ciudad, aunque no en la calle, según informó ayer el alcalde, Àngel Ros.
El pleno del Consistorio debatirá mañana una moción de CiU -en la oposición-, que ha pactado con el PSC, para prohibir las prendas a través de una ordenanza de civismo, y para plantear su regulación al Congreso y al Parlament. Según el informe, los municipios no tienen capacidad para regular la forma de vestir de las personas en la vía pública -es una cuestión de seguridad y de hábitos-, por lo que deberían regularlo otras administraciones. Por ello, Ros abogó por prohibir el acceso de personas con velos integrales en equipamientos públicos y por realizar un trabajo pedagógico con las comunidades religiosas, a través de la Asamblea de Religiones de Lleida. La igualdad entre hombres y mujeres es "irrenunciable", dijo Ros, y remarcó que los ayuntamientos tienen "toda la capacidad para fijar criterios de admisión sobre espacios cívicos, centros educativos, deportivos y culturales". Como era de esperar esta medida no ha sentado bien a la comunidad islámica de Lleida que anunció ayer que recurrirá ante el Tribunal Constitucional (TC) y ante la Unión Europea (UE) si el Ayuntamiento de la ciudad decide prohibir el uso del burka y del niqab en los equipamientos y espacios públicos.
Otra ciudad española donde se planteó prohibir el velo integral fue Barcelona. En este caso fue a instancias del PP, cuya propuesta no prosperó porque todos los grupos municipales se mostraron en contra de la medida al estimar que se necesita un debate mucho más amplio sobre la utilización del burka o el niqab.
En Francia, el Gobierno ha presentado un proyecto de ley en el que se prohíbe el uso del velo integral en la calle, una medida muy similar a la que se aprobó en Bélgica, donde la Cámara Baja ilegalizó toda vestimenta que oculte el rostro de la mujer, por entender que enmascara una condición de esclavitud.
Aunque a nivel general en España no se ha planteado la prohibición del velo integral, sí ha generado mucha polémica el uso del velo en los centros escolares. El caso más reciente fue el de la niña Najwa Malha a la que se le prohibió acudir con la cabeza tapada a su instituto, el Camilo José Cela, de Pozuelo de Alarcón, por lo que finalmente tuvo que cambiar de centro escolar y matricularse en un instituto en el que se le permitiese acudir con el velo en la cabeza. La familia de Najwa presentó una reclamación por entender que se discriminaba a la niña y se incumplían las normas del centro escolar.
El debate por este caso fue muy amplío e incluso el subdirector general de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa en el Ministerio de Justicia y encargado de las relaciones con las comunidades musulmanas, Juan Ferreiro Galguera, redactó un informe en el que defendía el uso del velo por la escolar: "El derecho a profesar una creencia incluye el derecho a expresar, exteriorizar o vestirse de acuerdo con las mismas".
Poco después de firmar este documento fue destituido del cargo. En el cese no figuraba ningún motivo. Fuentes cercanas al ministro, Francisco Caamaño, dijeron que se había perdido la confianza en él.
