Cajasol recurrirá la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 14 de Granada que declara nula su marca comercial, Cajasol, y le conmina a cancelar su uso debido al parecido, que induce a la confusión, con el nombre Caja del Sol, propiedad de la entidad malagueña Unicaja.
La sevillana agotará todas las vías judiciales posibles para, así, no verse obligada a prescindir de su marca, surgida de la fusión de El Monte y San Fernando, con el consiguiente perjuicio económico y a su imagen. Por tanto, la batalla con Unicaja en los tribunales, que arrancó hace más de tres años, se prolongará durante varios más.
La sentencia atañe a un cruce de demandas. En la primera, Cajasol solicitaba la declaración de caducidad para la marca Caja del Sol, al considerar que de ella Unicaja estaba realizando un uso residual. Y en la segunda, la caja de Braulio Medel pedía la nulidad de la marca Cajasol por el parecido con la de su propiedad, de ahí que pudiera provocar errores entre los clientes.
De hecho, el mismo día en que se anunció el nombre que tendría el matrimonio de El Monte y San Fernando, Unicaja advertía en la prensa de que ya existía Caja del Sol y que ella era su dueña, según recuerda el fallo.
Éste echa por tierra los argumentos esgrimidos por la caja de Antonio Pulido basados en el uso secundario que Unicaja confería a Caja del Sol, al ser siempre ésta secundaria de la marca principal, Unicaja, uso que tildaba de "vergonzante, aparente y simbólico". Esa subsidiaridad, según arguye la sevillana, impide que el cliente identifique Caja del Sol con la malagueña. Sin embargo, el juez estima que, aunque con carácter secundario, precisamente tal utilización, también en "millones de documentos bancarios", es prueba suficiente para rechazar la caducidad de un nombre que, dice, no podía ser ajeno a los clientes a los que aquéllos se remitían. "A pie de los impresos, en negrita o en color y en la zona donde firma el cliente (...)" .Y agrega: "Caja del Sol complementa el valor que se quiere proyectar a la clientela y al mercado".
En cuanto a la petición de Unicaja para anular las marcas de Cajasol -se incluye desde el propio nombre de la caja hasta el equipo de baloncesto, pasando por su agencia de viajes o el instituto de estudios-, en la sentencia se considera que Caja San Fernando ya conocía la existencia del término Caja del Sol y aun así se registró Cajasol "y a sabiendas de que generaría la oposición" de la institución de Medel. Se recurrieron, asimismo, a "artificios" para acometer la inscripción, que suponen haber actuado de mala fe. Y esto se suma a que Caja del Sol y Cajasol "presentan una cuasi identidad fonética, gráfica y conceptual, en un contexto de absoluta identidad aplicativa (...) No cabe negar entonces la existencia de un grave riesgo de confusión". El resultado, declarada nula la marca Cajasol y su uso en empresas, instituciones, productos, etcétera.
Al margen del fallo, el telón de fondo lo componen las malas relaciones entre las dos entidades, dijeron ayer fuentes financieras. Unas apelan a la existencia de reglas no escritas entre las cajas de ahorros, "una buena praxis", por las que se ceden marcas "por cero euros" y, aseguran, tanto Cajasol como Unicaja han recurrido a ese tipo de cesiones gratuitas, la primera recibió marcas de Caja Canarias y la segunda, de Ibercaja.
Consideran, además, que el pleito podría eternizarse y llaman al entendimiento. Otras fuentes recalcan la mala fe con la que la sevillana actuó y que el fallo judicial es muy claro al respecto. No hubo versiones oficiales.