"Fácil de usar in situ -como los kit para medir el cloro de la piscina-, económico y más preciso y exacto que los productos usados hasta el momento".
Así define Francisco Javier Alejandre, investigador de la Universidad de Sevilla, la patente que ha creado junto a otros dos investigadores: JuanJesús del Río, también de la Hispalense, y Gonzalo Márquez, de la Universidad de Huelva.
Tras más de cinco años de trabajo, lo que comenzó con un proyecto de investigación para una asociación vecinal "que tenía óxido en la piscina", explica Alejandre, se ha convertido en un producto que pronto podrá patentarse y comercializarse a nivel mundial.
De momento, el Kit para la Determinación in situ del Estado de Pasivación de Armaduras en Hormigones Armados o Pretensados, como se llama el producto, se encuentra en la oficina nacional de registro de patentes donde se está sometiendo a una revisión de máxima calidad.
Hasta el momento, según afirma Francisco Javier, "ha tenido valoraciones muy buenas". Este grupo ya ha contactado con numerosas empresas para su comercialización.
