El comisario del Distrito Sur no podía imaginarse cuando a las seis de la tarde llegó a Sevilla, que tres horas después acabaría en el Virgen del Rocío herido de bala, tras impedir que dos jóvenes atracaran un supermercado próximo a Eduardo Dato. Uno de ellos falleció y el otro logró huir.
Jesús Gómez Palacios, comisario del Distrito Sur, casado, con dos hijos y de 55 años, había llegado a la estación de Santa Justa a las seis de la tarde, procedente de Madrid. Allí estaba realizando un curso para comisarios, acaba de ascender a esta categoría, y había vuelto para pasar el fin de semana con su familia. Sin embargo, una bala se cruzó en su camino cuando estaba comprando en un supermercado cercano a su casa, en las inmediaciones de la avenida de Eduardo Dato.
El comisario, muy conocido por su labor en las Tres Mil Viviendas, estaba sobre las 20.15 horas en el supermercado Bon-Sabor, situado en el pasaje Lionel Carvallo, pagando en caja junto con su esponsa y su hija. El establecimiento, que sólo abre de jueves a sábado, estaba a punto de cerrar y en ese momento aún se encontraban en su interior unos 40 clientes. Dos individuos irrumpieron en el interior, tras dejar una motocicleta derbi aparcada en la puerta, armados y con la cara cubierta con los cascos y gafas de sol, según explicó Joaquín, uno de los testigos que en ese momento hacía las compras con su esposa.
Como si de una película se tratase, los dos atracadores gritaron "esto es un atraco" y pidieron a los clientes que se marcharan del interior, mientras a las tres empleadas que estaban en las cajas, una de ellas ya cerrada, les pedían la recaudación. Una de ellas abrió la caja, mientras Gómez Palacios se dirigió hacia uno de los atracadores para reducirlo. Según los testigos presenciales, el agente sacó su arma y agarró por el cuello al ladrón. Fuentes de la investigación, explicaron que fue en ese momento de forcejeo cuando el delincuente, ahora fallecido, disparó a quemarropa al policía, entrando la bala por el costado, por debajo del bazo, y saliéndole por debajo del ombligo, aunque ayer se desconocía si recibió un segundo tiro.
En total, se escucharon "tres disparos", lo que provocó la histeria de las cajeras y los clientes, que echaron a correr hacia el interior. Fue entonces cuando vieron que uno de los atracadores estaba en el suelo herido de bala y que el segundo huía del lugar a pie, ya que no le dio tiempo a coger la moto, de color gris, que quedó aparcada en la puerta.
El agente, pese a estar herido de gravedad, salió tras el delincuente, pero no pudo alcanzarlo debido a su estado. Estaba sangrando, aguantándose la herida y sudando, lo que incluso le hizo confundir a algún cliente con el huido.
La Policía está investigando ahora de dónde provino la bala que acabó con la vida del ladrón, aunque todo apunta a que no fue el comisario el que disparó, pues su arma podría tener todas las balas, sino que fue el otro atracador el que disparó a su propio compañero, cuando intentaba darle al agente para librarle de él.
Poco después dos ambulancias del 061 se personaban en el lugar. Una de ellas se llevó al agente hasta el hospital Virgen del Rocío, donde fue intervenido quirúrgicamente,mientras que la otra se marchó tras certificar la muerte del atracador. Éste, según explicó el comisario del Distrito Nervión, José Moral, tenía 36 años, era de nacionalidad española y vecino del Polígono San Pablo. Se da la circunstancia de que es un viejo conocido de la Policía, ya que tiene numerosos antecedentes por robos, la mayoría en la zona de Nervión. De hecho, la última vez que fue detenido fue en junio por un delito contra la propiedad.
Al cierre de esta edición, el segundo ladrón no había sido detenido, pero estaba identificado por la Policía Nacional que, junto con la Local, le buscaba en el barrio de Los Pajaritos.
