Las universidades sevillanas convertirán en los próximos años a un millar de profesores en funcionarios. Esto será posible una vez que ha entrado en vigor el primer convenio colectivo para el Personal Docente e Investigador laboral. Otra buena noticia para esos 1.000 docentes: el convenio supone una subida salarial de un 4% de media.
El primer convenio colectivo para el Personal Docente e Investigador laboral de las universidades andaluzas entró en vigor el pasado viernes 9 de mayo, cinco meses después de que los sindicatos CCOO y UGT, la Junta y las universidades lo rubricaran. Con este documento, el personal docente no funcionario de la Universidad va a conseguir una conquista histórica: una definición de la carrera docente que culmine con la obtención de una plaza de funcionario. Esto se traduce en números en el caso de las universidades sevillanas.
Serán cerca de un millar los profesores que en los próximos años se incorporen a la plantilla de funcionarios de la Hispalense (algo más de 700, de los cuales 296 son contratados doctores cuyo paso a funcionario es más inmediato) y de la Pablo de Olavide (235), según los datos facilitados el pasado mes de noviembre por los vicerrectorados de Planificación docente de ambas instituciones académicas. Y si la vara de medir las bondades del convenio se pone en el bolsillo, la subida salarial media para estos 1.000 profesores universitarios rondará el 4%. Los sueldos de cada una de las categorías se calcularán sobre las retribuciones básicas de un profesor titular: 32.000 euros.
Fuentes de la Hispalense reconocieron la importancia "capital" de este convenio con el que el comité de empresa va a ampliar su capacidad de acción en varios campos. Por ejemplo, podrá proponer a alguien para las comisiones de contratación e incluso intervenir en la elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). El convenio por el que se ha apostado en Andalucía "uniforma" la carrera docente en la comunidad autónoma, además de apostar por convertir a los profesores universitarios en funcionarios, modelo opuesto al catalán.