Un millar aproximado de estudiantes se manifestó hoy por el centro de Sevilla en defensa de la universidad pública y contra los planes comunitarios europeos determinados en la ciudad italiana de Bolonia, para homogeneizar titulaciones, lo que los manifestantes interpretan como el principio de la privatización.
Convocados por el Sindicato de Estudiantes, los alumnos de la Universidad de Sevilla y de la Pablo de Olavide partieron a las doce del mediodía de la puerta del Rectorado de la Hispalense y llegaron poco antes de las dos y media ante el Ayuntamiento de Sevilla, donde hicieron una sentada y leyeron un manifiesto.
Al inicio de la marcha, la Policía Nacional calculó unos 300 manifestantes, si bien los convocantes, en algún momento del recorrido, como cuando transcurrió por el Paseo de Colón, calcularon hasta dos mil, aunque fueron un millar los que concluyeron ante el Ayuntamiento.
Al inicio de la marcha, el concejal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla Manuel Silva y la número dos de IU al Parlamento andaluz por Sevilla, Marina Segura, formaron parte de la manifestación para expresar su apoyo a las reivindicaciones estudiantiles.
El Rectorado de la Universidad carecía a las 14.40 horas de datos de seguimiento de la jornada de huelga convocada hoy por el Sindicato de Estudiantes, si bien fuentes de la institución dijeron que ha incidido "muy poco" en la jornada lectiva, aunque los convocantes han asegurado que algunas facultades, como la de Comunicación, han secundado el paro por completo.
La manifestación, encabezada por una pancarta que decía "Contra la mercantilización de la Educación", se ha celebrado con el lema de "Stop a Bolonia", y ha paralizado durante más de media hora el servicio de tranvía, ya que los estudiantes ocuparon todo el ancho de la Avenida de San Fernando al inicio de la marcha.
Posteriormente, la protesta afectó al tráfico en el Paseo de Colón durante más de una hora, ya que se cortaron al tráfico los tres carriles del sentido hacia la Avenida de Torneo y la Cartuja.
La marcha ha concluido sin incidentes, en ambiente festivo, con gritos y consignas contra la banca, contra los dos partidos mayoritarios y en favor de los estudiantes y de la juventud en general, con alusiones a "hipotecas" tanto en sentido imaginario como literal.
"Fuera los bancos de la Universidad" fue una de las consignas más coreadas por los manifestantes, que también tacharon de ladrones a los banqueros y de fraudulento al sistema financiero.
El manifiesto leído al término de la marcha decía: "Queremos estudiar en una Universidad 100% pública, con una metodología docente que tome en cuenta las necesidades de cada carrera y no un modelo único impuesto a toda Europea sin análisis ni consulta".
Según el manifiesto, para que la universidad sea enteramente pública el Estado debe garantizar toda su financiación, "el actual modelo de la Ley de Financiación de las universidades exige el cumplimiento de criterios de mercado para aumentar los ingresos de cada universidad" y "la idea es premiar aquellas universidades que se adapten más al mundo empresarial".
Los convocantes de la manifestación han asegurado que hasta un total de doscientos estudiantes han pasado la noche encerrados en el rectorado y las Facultades de Comunicación y en el campus de Ramón y Cajal, como protesta contra los planes de Bolonia.
