Recuperar la fachada del Palacio Mudéjar, culminar el alfarje de la Alcoba Real o restaurar las pinturas del baño de María de Padilla son algunas de las actuaciones que se sufragarán con el millón de euros que ha anunciado el patronato del Real Alcázar. Se prevé que a finales de año, el 80% de los techos del Cuarto Real Alto luzcan en todo su esplendor.
Sin duda, una de las recuperaciones más notables es la segunda fase de la reparación de la fachada del Palacio Mudéjar, sobre la que se trabaja desde julio de 2007. Así lo explicó el alcaide del Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, tras presentar ayer la restauración del alfarje -techo de madera labrada- del salón de los Pasos Perdidos del Palacio Mudéjar.
Esta última intervención ha permitido sanear la madera y recuperar la "lozanía" de este espacio, cuyo original nombre viene del hecho de que servía de antesala de la alcoba real.
Aunque el Palacio Mudéjar es de la época de Pedro I, el techo que ahora se conserva data del periodo de los Reyes Católicos, cuyos anagramas han aparecido claramente tras las actuaciones de restauración, que han durado seis meses y han tenido un presupuesto de casi 52.000 euros.
La empresa Tratamiento de Conservación y Restauración se ha encargado de acometerla. Esta intervención se completará a finales de año con la culminación del alfarje de la Alcoba Real, en la que se está trabajando ahora, con lo que "la parte baja del Palacio Mudéjar estará completamente restaurada para el goce de los ciudadanos", según el alcaide.
Junto a estas actuaciones en el Palacio Mudéjar, el Patronato del Alcázar tendrá terminadas durante el presente año la restauración de las pinturas del baño de María de Padilla, el artesonado del antecomedor de familia del Cuarto Real Alto y la primera fase de la fachada del Palacio Mudéjar, actualmente en plena restauración. De este modo, el 80% de los techos del Cuarto Real Alto estarán ya rehabilitados a finales de 2008 y sólo faltarán tres salas por acometer.
Según el presidente del Patronato del Alcázar, estas mejoras se incluyen en un ambicioso proyecto de restauración del Palacio que mandó a construir Pedro I. Por su parte, el director del Alcázar, José María Cabeza, ya recordó que su fachada central, marco de convenciones y cumbres temáticas, ha sufrido muchas intervenciones previas. La más importante se obró en el siglo XIX, cuando en 1848 Isabel II se trasladó a vivir al Alcázar sevillano como reina madre.
