La concentración celebrada el sábado en las puertas del Ayuntamiento en homenaje al policía nacional asesinado por ETA el viernes tuvo un punto amargo sobre el que la clase política sevillana debería reflexionar. Lo primero, porque no tiene justificación alguna que la organizadora del acto (la Federación Andaluza de Municipios) cambiara en un par de ocasiones la fecha de la convocatoria de modo que al final casi nadie sabía que era el sábado. Y lo segundo, porque tampoco se entiende que ningún concejal del Gobierno municipal se apercibiese del cambio y asistiera.
Dicho esto, tampoco se comprende que el PP, que asistió en la persona de su portavoz municipal, Juan Ignacio Zoido, quiera aprovechar un error acomo éste para lanzar una diatriba con el Gobierno local por el daño de imagen que se le hacía a la ciudad con el fracaso de la convocatoria. Un acto así no debe usarse en la lucha partidaria.
