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Un monumento rinde homenaje a los caleros en Morón

La rotonda de las Tinajas acoge la obra en el Plan Comarcal de Dinamización.

el 17 dic 2013 / 09:48 h.

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MORON-CALEROEl alcalde de Morón de la Frontera, Juan Manuel Rodríguez; la delegada Territorial de la Consejería de Turismo y Comercio, Granada Santos, y la vicepresidenta de la Diputación, Dolores Bravo, participaron ayer lunes en la inauguración del Monumento al Calero en Morón de la Frontera, un homenaje a este ancestral oficio. En una nota, la Diputación de Sevilla informó de que la escultura, ubicada en la rotonda de las Tinajas, es una obra incluida en el conjunto de actuaciones del Plan de Dinamización Campiña Turística, participado en un 60 por ciento por la Consejería de Turismo y Comercio y en un 40 por ciento por la Diputación de Sevilla y los ayuntamientos participantes, que son Arahal, Fuentes de Andalucía, Lantejuela, Los Molares, Marchena, Morón de la Frontera y Paradas. “La cal es una de las señas de identidad del municipio sevillano de Morón de la Frontera. En pocos lugares podrá encontrarse una tradición tan antigua y profunda como es la de la elaboración de la cal y su arte popular de utilizarla”, agrega el comunicado. La inauguración de este monumento al oficio del calero se produce cuando de conmemoran los dos años de la designación de la Cal de Morón como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Unesco, y que el alcalde celebró en su día en términos altamente positivos: “La puesta en valor de un elemento tan significativo puede servir como factor clave de desarrollo económico”, dijo. Cabe recordar que la aparición del oficio de calero data en Morón de la Frontera del siglo XVIII, alcanzando auge a principios del siglo XX con 30 hornos dedicados a la producción. Desde tiempos históricos este producto, que tiene reconocidas 130 utilidades, se ha destinado principalmente a la construcción, como montero de revestimiento y el blanqueo. Sin embargo, en los últimos años, se está utilizando en otros campos como la restauración. Es el alto coste económico lo que ha motivado que, poco a poco, se vaya perdiendo este oficio centenario. Frente a los 40 días que se tarda en tener finalizada una hornada, cuya producción es de 100.000 kilos de cal, se encuentran las siete horas para tener la misma cantidad de material industrial. Esto conllevó que los hornos y a su vez la transmisión de conocimientos de padres a hijos cayeron en desuso.

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