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Un muro de defensa protegerá a Lora del Río de futuras riadas

Tras la tempestad, llega la vuelta a casa. La mayoría de los vecinos de las viviendas de Lora del Río que fueron desalojadas por la crecida del Guadalquivir y el arroyo Churre regresaron a sus hogares. Mientras se procedía a ese regreso y la limpieza del lodo acumulado en las calles y en los inmuebles, recibían una noticia: el municipio tendrá un muro de defensa en el margen del arroyo para hacer frente a futuras riadas.

el 27 feb 2010 / 20:53 h.

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Tres empleados municipales limpian las calles de Lora del Río

El anuncio lo hizo ayer el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que recordó que en Lora "se hicieron dos obras que evitaron mayores daños, pero hay una tercera que aún no se ha hecho, y, aunque es polémica, hay que hacerla y se hará". La actuación a la que hizo referencia Griñán es la de "un muro de contención" en el margen del arroyo Churre que ya contemplaba el propio PGOU loreño como medida de seguridad ante el riesgo de inundaciones.

Aunque había cierta polémica sobre su construcción, señaló a Europa Press que se ejecutará porque "no perjudica a la dinámica del río y sí puede servir para proteger a una población que está asentada legítimamente".

Mientras, Lora del Río retomaba poco a poco la normalidad. La bajada del caudal del río Guadalquivir permitió realojar a los vecinos de la mayoría de las 155 viviendas afectadas, si bien aún continuaban dos inmuebles desalojados, según la Delegación del Gobierno, que coordina el Plan de Emergencias. El Consistorio y las empresas concesionarias Urbaser y Aqualia tenían movilizados a sus efectivos para continuar con las labores de limpieza. "La intención es retirar el lodo, la basura y los desechos acumulados por el agua para restablecer la normalidad viaria e iniciar la evaluación de los daños en las viviendas", dijo el alcalde, Francisco Javier Reinoso (PSOE).

Por otra parte, en Tocina concluyeron los trabajos de limpieza de las viviendas anegadas, lo que permitió que varias familias pudieran volver a sus domicilios. El alcalde, Juan de Dios Muñoz (PSOE), aclaró que están en "relativa tranquilidad", pero "hasta que no se vayan las nubes y el río vuelva a su cauce no pasará la alerta". También aclaró que los vecinos que no han vuelto a sus casas lo podrían hacer a finales de la próxima semana.

El Guadalquivir se adentra en Coria y La Puebla del Río

La tranquilidad llegaba a Lora del Río y Tocina, pero los problemas comenzaban río abajo. El Guadalquivir se adentró en Coria y La Puebla del Río. El estado de alerta amarilla y el hecho de que el río ya esté en su cota más alta hacían temer que pudiera pasar "cualquier cosa", según fuentes policiales, que tenían preparado el operativo que se activaría si finalmente se desbordaba el Guadalquivir.

Mientras, el agua hizo ayer sus primeras incursiones en el embarcadero de Coria. Por el momento, se limitó a anegar esta zona, el comienzo del paseo Carlos de Mesa y el paseo fluvial. El edil de Seguridad Ciudadana, Emilio Osuna, confirmó que Policía Local, Bomberos y Protección Civil están "en estado de alerta", aunque matizó que puede suceder cualquier cosa: "que no pase de aquí o empeore si las circunstancias son adversas". La bajada de la marea hizo que a última hora de la tarde comenzara a decrecer el nivel del río, que también provocó anegaciones en La Puebla del Río.

Las fuertes lluvias y el fuerte viento, que soplaba río arriba, causa una especie de tapón que está perjudicando a estos municipios ribereños. Incluso la zona que discurre junto al río entre ambas poblaciones, un paraje de bosque de ribera conocido como El Bajo prácticamente había desaparecido. 

El viento causa decenas de pequeñas incidencias

Tras la tromba de agua de las últimas semanas, llegaron las fuertes ráfagas de viento que llegaron a los 70 kilómetros por hora. El servicio de emergencias del 112 recibió más de medio centenar de avisos, la mayoría por el peligro de caída de ramas de árboles o tejas.

Las únicas incidencias destacables, y sin causar daños personales, se produjeron en Guadalcanal, por la caída de un eucalipto en la carretera SE-9101, y en La Aulaga, en El Castillo de las Guardas. Allí se vino abajo un tejado de chapa de una casa y se alertó del peligro de la caída de una torreta de electrícidad próxima.

Mientras, los bomberos atendieron avisos por la caída de ramas, carteles de obra y señales de tráfico. También hubo cortes puntuales de luz, que fueron atendidos por un operativo desplegado por Sevillana Endesa.

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