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Un niño se quema al fabricar una bomba casera

Inicialmente, el menor de 11 años y dos amigos con los que estaba contaron que les habían tirado una botella con aguarrás y un tramo prendido pero la investigación policial desveló que fue un accidente mientras fabricaban el artefacto.

el 15 mar 2010 / 20:02 h.

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Las quemaduras que sufrió un menor de 11 años el pasado jueves en la plaza Prudencio Jiménez de Málaga no se debieron a ningún ataque, sino a que estaba intentando fabricar un artefacto incendiario, según se deduce de la investigación llevada a cabo por la Policía Local.

 

Los hechos sucedieron sobre las 20.15 horas del jueves, día 11, cuando el niño, que se encontraba acompañado por otros tres menores, de entre nueve y 12 años, sufrió graves quemaduras, ya que, según manifestaciones de testigos, llegó a tener la mitad superior de su cuerpo envuelta en llamas, que logró sofocar al meter la cabeza en la fuente de la plaza.

Los bomberos que acudieron al lugar trasladaron al niño al hospital Materno Infantil, ya que sufría quemaduras de segundo grado en la cara, brazos y manos.

La primera versión de los menores fue que unos jóvenes les habían arrojado una botella de plástico, incendiándose en los pies del joven herido. Sin embargo, la inspección de la Policía desbarató su relato. Desde un principio, todo apuntaba a que las quemaduras se habían debido a un accidente y no a un ataque, tanto por la localización de la botella de plástico, el aguarrás, el mechero y los restos de bolas de papel de aluminio, como porque la ropa del menor herido desprendía un fuerte olor a aguarrás.

Los policías desplazados al hospital que se entrevistaron con los médicos que lo atendieron comprobaron que la localización de las quemaduras no se correspondía con el ataque que decían haber sufrido y todo indicaba que estaban fabricando un artefacto incendiario. Finalmente, el menor herido reconoció que fue un accidente y que todos habían mentido para evitar el castigo de sus padres.

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