Al menos 40 personas perdieron la vida ayer en un atentado suicida ocurrido en dos autobuses en Irak. Además, al norte del país, 21 civiles fueron secuestrados por un grupo de insurgentes que interceptó los dos autocares en los que viajaban.
Al menos 40 personas murieron y otras cinco resultaron heridas en el norte del país por la explosión perpetrada por un suicida dentro de un autobús que se dirigía a Siria. Según las fuentes, un hombre que llevaba un cinturón de explosivos adosado al cuerpo fue el autor de este atentado en la provincia de Nínive, uno de los feudos de la insurgencia suní.
Al menos 14.961 iraquíes murieron de forma violenta en Irak durante 2007 y 1.167 han perecido en lo que va de 2008. Sólo en el mes de enero fallecieron un total de 452 personas.
Pero éste no fue el único incidente de ayer en este conflictivo país árabe. Al menos 21 civiles fueron secuestrados por un grupo de insurgentes que interceptó los dos autobuses en los que viajaban en la provincia de Diyala, en el noreste de Irak, según informaron fuentes del Ministerio del Interior iraquí.
Los autobuses fueron detenidos por un grupo de hombres armados que levantaron un puesto de control falso en la carretera general cerca de la ciudad de Jales, 15 kilómetros al norte de Baquba, capital de Diyala. Las fuentes explicaron que los rebeldes capturaron a diez personas del primer vehículo, donde dejaron a tres chicas, y secuestraron a otras 11 del segundo autobús, a los que obligaron a acompañarles a un lugar desconocido en dos vehículos de los delincuentes.
Las fuentes no descartaron que los autores del atentado sean miembros del grupo terrorista Al Qaeda y que los secuestrados sean chiíes, dada próxima celebración de la festividad de El Arbainiya, que son los primeros cuarenta días después del aniversario del martirio del Imam Husein.
