El Sevilla pierde credibilidad por jornada. Los fallos son últimamente sus compañeros y pasan las jornadas sin que el equipo sea capaz de generar confianza para alcanzar los objetivos impuestos desde la cúpula directiva sevillista. De los seis puntos claves y decisivos ante Almería y Murcia sólo se consigue uno e item más, el juego es deficiente, la capacidad de antaño ha desaparecido y sólo a impulsos del corazón marcha un equipo disminuido en el concepto global del juego que tuvo en la etapa anterior.
Palo. Murcia es un nuevo palo a todos los que confían en este equipo. No valen las ausencias, porque la plantilla es suficiente en cuanto a nombres de garantías y sólo cabe pensar que las botas de los jugadores están cargadísimas de partidos y de responsabilidad y que todos piensan en un final pero la cuesta final, visto lo visto en los dos últimos partidos parece un imposible para este equipo por las debilidades que muestra y que no tienen vías de solución.
Credibilidad. En fútbol la credibilidad se gana y se pierde en una semana. Más cuando en sólo en 7 días se juegan nueve puntos en tres partidos y en fútbol nada es definitivo, más cuando se tienen jugadores garantes y contrastados. Ahora bien, en estos momentos el Sevilla tiene muchas dudas y pocas garantías de que este equipo sea capaz de llegar a conseguir los objetivos impuestos.
El Atlético. Los aspirantes a los puestos de Europa siguen dejando, como los malos estudiantes, todo para septiembre. El Atlético es el que solo ha sumado un punto, pero lo peor para el Sevilla es que cada el margen es menor porque solo restan cuatro jornadas para el final y el Atlético de Madrid tiene un colchón suficiente para poder fallar un partido.
