Poco a poco, el barrio de Sevilla Este se va extendiendo en el mapa de la capital. En los últimos años, el desarrollo urbanístico ha permitido que lleguen nuevos vecinos, que a partir de mañana podrán disfrutar del nuevo centro comercial. Un puente entre la oferta de empleo y la dinamización de la barriada.
"Va a contribuir a que haya un mayor flujo de clientela en el bar", afirma Mercedes Fernández, camarera de un negocio hostelero cerca de las inmediaciones del Alcampo. Desde octubre, con la llegada de los obreros, y ahora, con los nuevos trabajadores, las pymes de la zona han notado un repunte en sus ingresos.
Una buena acogida que, como detalla Olga Novikova, camarera, "dará al barrio ambiente, color y dinamismo". "Prácticamente, por aquí no había nada donde poder ir a comprar, por eso considero positiva la instalación", apunta Isabel Alfaro, profesora de autoescuela.
No todos ven el vaso medio lleno. Es el caso de las pequeñas tiendas de barrio que se dedican a la venta de ultramarinos. La llegada de una multinacional siempre da miedo, pero para Rocío Vega, propietaria de un establecimiento en la zona, este nuevo compañero de viaje no le asusta, porque "las cosas que vendo no las suele tener Alcampo, y si las tengo, es a un precio más económico".
Sin embargo, Rocío confía en que esta iniciativa empresarial "levante al barrio; le hace falta algo de estas características, sobre todo, ahora con los nuevos pisos".
La nueva apertura no sólo se va a plasmar en un ir y venir de gente, sino también en la creación de empleo. En la zona muchos vecinos que trabajaban en el Alcampo de la Ronda del Tamarguillo han aprovechado para trasladar su puesto de trabajo. Otros proceden de barrios o pueblos de la provincia.
Remedios Millán es de Montequinto y lleva un mes empleada en el nuevo Alcampo preparando los últimos detalles de reposición. El 8 de enero recibió el mejor regalo de Reyes. Le comunicaron que, después de cuatro meses sin encontrar empleo, comenzaba una nueva etapa de estabilidad profesional.
Desde octubre aterrizaron en la capital otras empresas andaluzas que han contribuido a agilizar el proceso de construcción. Un ejemplo de ello es Francisco Bonilla un electricista jiennense que ha visto cómo ha ido evolucionando el proyecto que mañana abre al público.
