En casa no se nota, sigue corriendo el agua por el grifo. En la ciudad se percibe algo por la polución, esa neblina negra, cual humo, que vemos al bajar del Aljarafe o desde Alcalá de Guadaíra. En el campo, en cambio, es muy preocupante, tanto que los agricultores sevillanos hablan ya de sequía. No llueve. Ni tan siquiera la mitad que los datos medios para el periodo 1980-2010, según las cuentas de la delegación de la Agencia Nacional de Meteorología (Aemet) para Andalucía recogidas en el Boletín Semanal de Información Agraria de la Consejería de Andalucía, que coteja cifras suministradas por diez estaciones de recogida: Sevilla capital, Carmona, Carrión, Cazalla, Écija, Guadalcanal, La Puebla de los Infantes, Las Cabezas de San Juan, Morón de la Frontera y Osuna. En concreto, en la ciudad de Sevilla las precipitaciones desde que se iniciara el mes de septiembre se sitúan en 66,3 litros por metro cuadrado, cuando el promedio alcanza los 208,6, es decir, ha llovido un 68 por ciento menos. El extremo lo encontramos en Écija, con 43,8, volumen un 78 por ciento inferior al considerado normal. En cambio, el déficit más reducido corresponde a Cazalla de la Sierra, donde el porcentaje de caída es del 32 por ciento, con 218,4 litros por metro cuadrado. Para colmo, las lluvias registradas no fueron espaciadas en el tiempo si lo hubieran hecho el campo estaría más agradecido, sino que cayeron de golpe en algunos días de septiembre y octubre, mientras que lleva varias semanas sin caer ni gota para ser exactos, desde la última de octubre. De hecho, hasta la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tuvo que prolongar dos veces la campaña de regadíos en esta cuenca, que inusualmente se cerró el 30 de noviembre. El órgano regulador de la cuenca informó ayer de que en noviembre las precipitaciones registradas se encontraban un 86 por ciento por debajo de la media histórica anotada en ese mismo mes de tiempo durante los últimos 35 años, según se desprende de su Informe Pluviométrico Mensual. Cuatro son los embalses para el abastecimiento Sevilla capital y su área metropolitana: 65 litros han caído desde septiembre en el pantano de Aracena, 49 en el de Zufre, apenas 22,4 en Gergal y 31,2 en La Minilla. Todos muy por debajo de los promedios históricos, aunque el nivel de agua acumulada es muy alto gracias a las elevadas lluvias de años pasados. Así, el Gergal se encuentra al 71,55 por ciento de su capacidad, La Minilla, al 85,26 por ciento, el de Aracena, al 85,5 por ciento, y el Zufre, al 89,71. En estos tres últimos, unas precipitaciones abundantes en las próximas semanas obligarían a desembalsar por precaución. Y teniendo en cuenta todos los pantanos para consumo humano y para la agricultura, la media en la provincia es del 74 por ciento. Lo peor, el campo. El déficit hídrico que se acumula en los campos debido a la ausencia de precipitaciones está retrasando mucho las labores de siembra de los cereales de invierno. Se realizan siembras aunque se efectúan de forma mucho más lenta que otros años, dicen los técnicos de la Consejería. Y se agota el tiempo para hacerlo.
