El partido que el Sevilla disputa esta noche en el Santiago Bernabéu será posiblemente uno de los más sencillos, a priori, de toda la Liga. Los de Gregorio Manzano siguen en crisis, sin duda, ahí están los resultados, pero la batalla del Santiago Bernabéu no va con el Sevilla en estos momentos, desgraciadamente, claro, que no hace mucho en esos lares se jugaba gran parte de sus opciones en la Liga. El caso es que, como las citas en el Camp Nou, las visitas al Madrid se han convertido en quimeras. De inicio, el partido está teóricamente perdido. Para eso este Madrid es el del récord en casa –siete victorias de siete posibles en la Liga–, el de Cristiano Ronaldo –máximo goleador por el momento, con 18 tantos en 15 jornadas–, el de José Mourinho –‘The special one’, ‘Mou’, ‘súperJose’, el mejor entrenador del mundo, el de las notas estratosféricas de 11 sobre 10, etcétera, etcétera– el de Florentino Pérez y el de los 400 millones de euros de presupuesto.
Tan superior es, pues, el Real Madrid que todo lo que no sea salir batido del Santiago Bernabéu es un auténtico exitazo y, por supuesto, una auténtica sorpresa en el fútbol nacional.
Pero precisamente esta descarga de presión y responsabilidad le viene fenomenal al Sevilla en su coyuntura actual. Una vez salvada la final de la Liga Europa ante el Borussia Dortmund con su clasificación para las fases eliminatorias, y con un ojo puesto en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey del miércoles, la realidad de la Liga ha pasado a mejor vida en el club nervionense. Se retomará en 2011, cuando se pueda y ante rivales ante los que la reacción pueda ser un hecho. Pero de momento parece que en el Sevilla se conforman con tomar los polvorones vivos en Europa y en la Copa, que no es poco viendo el nivel de las últimas semanas.
Por eso, quizás, y con razón, Kanouté no haya forzado para estar en el Santiago Bernabéu, como desveló Manzano, ni Navas haya apurado para presentarse ante sus compañeros de selección Casillas, Arbeloa, Sergio Ramos y compañía. ¡Qué diría Preciado!
El caso es que en el equipo nervionense preparan el partido con ese espíritu un tanto desinhibido que puede dar diferente resultado ante los de Mourinho. Lo mismo sin presión los jugadores sevillistas sacan a relucir su calidad, que varios de ellos, no todos, la tienen y ponen en un aprieto a los merengues, como ya hicieron la pasada campaña, por ejemplo. O lo mismo la falta de responsabilidad aumenta la relajación y falta de intensidad mostrada por los sevillistas en las últimas jornadas ligueras y se vuelve a ver un número circense.
Para evitar esto último, Gregorio Manzano sólo tendría que ponerles a sus futbolistas el vídeo del pasado miércoles ante el Borussia, cuando el Sevilla empató pero superó a un conjunto muy superior con grandes dosis de intensidad, orgullo y concentración. No sería mala fórmula para aplicarla esta noche.
Bajas y bajas. Se ha quejado el Real Madrid y su entrenador, José Mourinho, de las numerosas bajas con las que cuenta para enfrentarse al Sevilla. Cuantitativamente no supera a los nervionenses, pero en proporción tampoco. A día de hoy Kanouté tiene un peso en este Sevilla que ni Cristiano tiene en el Madrid. Kanouté es la luz que guía a los hispalenses y en el Bernabéu no estará, como tampoco Navas.
Ante estas ausencias Manzano maneja varias alternativas. O bien colocar tres centrocampistas o bien tirar de los dos delanteros disponibles, Luis Fabiano y Negredo. Para las bandas cobra fuerza la posibilidad de que Konko vuelva a actuar de interior, con Dabo a su espalda. En la recámara están Luis Alberto –primera convocatoria en la Liga– y José Carlos. Alguno puede ser la baza oculta del jiennense.
