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Un partido para artificieros

La Liga de Campeones cada vez está más cerca, se atisba en el horizonte, casi se puede tocar y se piensa en ella. Pero antes hay que conquistarla con triunfos. Y las victorias en cada batalla quiere cimentarlas el Sevilla en el "minado" Nervión. Que se preparen los artificieros, llega el Valladolid.

el 16 sep 2009 / 00:15 h.

La Liga de Campeones cada vez está más cerca, se atisba en el horizonte, casi se puede tocar y se piensa en ella. Pero antes hay que conquistarla con triunfos. Y las victorias en cada batalla quiere cimentarlas el Sevilla en el "minado" Nervión. Que se preparen los artificieros, llega el Valladolid.

José María del Nido ha cifrado en siete victorias en los once próximos encuentros la clasificación para la Liga de Campeones. Esta ecuación llevaría al Sevilla hasta más de 70 puntos, y ciertamente a la máxima competición continental, como tercer o cuarto clasificado. Y también el presidente ha marcado la directriz, refrendada por el entrenador, de alcanzar ese objetivo a través de los partidos que el equipo de Jiménez tendrá que disputar hasta mayo en el Sánchez Pizjuán, ese nuevo "campo de minas, deportivamente hablando", según Del Nido, para los rivales.

Serán cinco partidos más como local los del Sevilla hasta el final de Liga. Y la consigna es hacer de Nervión una fortaleza minada, desagradable e inabordable para los pocos rivales que quedan por visitar la calle Sevilla FC esta Liga. Además, esos rivales, salvo el Real Madrid, tampoco es que sean grandes usurpadores ni la reencarnación futbolística del ejército de Alejandro Magno ni de Genghis Kan. En concreto, pasarán, por este orden, Valladolid, Getafe, Real Madrid, Mallorca y Deportivo. Con esos 15 puntos, que no son pocos, atados, bastaría con dar algún picotazo a domicilio, donde realmente se está mostrando peligroso este Sevilla, para salir de la Liga triunfante o, al menos, con el objetivo logrado.

El equipo pucelano, en cualquier caso, tampoco aparece en Sevilla como víctima propiciatoria, y el encuentro de ida en Valladolid es una buena referencia. Los de Mendilibar, además de ser el mejor equipo ante los grandes en el 'Tourmalet' -nueve de 12 puntos en la ida- viven cómodamente instalados en la mitad de la clasificación, sin agobios por la permanencia e incluso con ilusiones europeas.

Al ataque. El caso es que, a pesar de las minas, el guión del partido de hoy apunta a una ofensiva clara sevillista y a las respuestas a la contra de los castellanos. Entre otras cosas porque la alineación de Jiménez puede volver a tener un importante cariz ofensivo. Se la dan los dos delanteros, Luis Fabiano y Kanouté, y también se la puede dar la presencia de Adriano Correia en el lateral derecho. La baja sempiterna por lesión de Konko, la vuelta a las andadas de Mosquera con sus fallos en Málaga y la poca fiabilidad de Crespo cuando ha tenido que solventar la papeleta convierten al brasileño, a día de hoy, en uno de los recursos con más posibilidades del plantel. Jiménez alabó ayer las condiciones del de Curitiba como lateral "si se concentra en sus labores defensivas".

También en la defensa se concentra la otra gran duda deportiva del conjunto hispalense. Escudé está de baja -durante un mes- y Jiménez le busca sustituto, no sólo para hoy, sino para los próximos partidos. David Prieto había sido hasta ahora el elegido, pero sus pifias en San Mamés y el rango de Drago, que además ha tenido menos oportunidades, pueden dar ventaja al serbio.

Estas pueden ser las mayores novedades en una alineación que, salvo sorpresa, volverá a contar con Romaric en la banda izquierda y con Duscher y Renato en el centro del campo. Esta variante gusta a Jiménez, que ha dejado entrever entre líneas que la volverá a utilizar, mal que le pese a Diego Capel y a Perotti, cuya participación sigue en el aire.

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