Los 37 pasajeros y el conductor del autobús de la compañía Greyhound que se dirigía a la localidad de Winnipeg desde Edmonton, en el centro de Canadá, han vivido este jueves escenas propias de una película de terror. A 85 kilómetros del punto de destino, un hombre atacó a otro, que se encontraba sentado a su lado, con un cuchillo y después de asestarle entre 50 y 60 puñaladas decapitó a su víctima.
Uno de los pasajeros que viajaba una fila delante de la víctima explicó, en declaraciones a la cadena de televisión pública canadiense CBC, que el agresor había subido al autobús una hora antes del suceso y que se había comportado de forma normal. Tras una breve parada en el trayecto, cuando el vehículo retomó la marcha el atacante se sentó en la parte trasera del autobús junto a un pasajero que iba durmiendo y escuchando música. "De repente oí un grito. Cuando me volví vi al atacante de pie con un cuchillo de supervivencia, apuñalando al otro pasajero 50 ó 60 veces. Corrí hacia el conductor y le dije que parase el autobús, que alguien estaba acuchillando a un pasajero", explicó el mismo testigo a la CBC.
Los demás pasajeros describieron escenas propias de una pesadilla, con el agresor armado con un cuchillo "tipo Rambo" y la sangre de la víctima esparcida por las ventanas de la parte trasera del autobús. "Todo el mundo se bajó mientras el atacante con toda la calma del mundo cortaba a la víctima", añadía el testigo, que relató además que cuando todos los pasajeros hubieron desmontado el conductor, un camionero que se había acercado para ayudar y él mismo regresaron al vehículo, el asesino estaba "estaba "cortando tranquilamente a la víctima. Casi lo había decapitado y lo estaba destripando."
Los pasajeros bloquearon las puertas desde el exterior cuando el atacante intentó salir del vehículo, y lo retuvieron en su interior hasta la llegada de la policía. Cuando llegaron los agentes, el atacante se dirigió a ellos tranquilamente con la cabeza de su víctima a la vista. "Era como un robot", describió uno de los testigos.
La policía ha detenido al hombre, de 40 años de edad, y no ha desvelado ni su identidad ni la del joven decapitado. Además, las autoridades han señalado que por el momento se desconocen las caudas que desencadenaron el macabro suceso.
