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Un paso más en las Tres Mil

Hace siete años, en 2001, Tussam tuvo que tomar la drástica decisión de suprimir el paso de la línea 30 por la calle Escultor Sebastián Santos, en las Tres Mil Viviendas, ante las agresiones que sufrieron varios conductores. Aquella decisión supuso un fuerte varapalo a los intentos de normalización de la zona -tan continuos como vanos- desde las administraciones.

el 15 sep 2009 / 03:13 h.

Hace siete años, en 2001, Tussam tuvo que tomar la drástica decisión de suprimir el paso de la línea 30 por la calle Escultor Sebastián Santos, en las Tres Mil Viviendas, ante las agresiones que sufrieron varios conductores. Aquella decisión supuso un fuerte varapalo a los intentos de normalización de la zona -tan continuos como vanos- desde las administraciones. Lo peor es que no se trataba de algo aislado. Los ataques y robos a los servicios municipales de limpieza, bomberos e incluso la Policía eran la prueba evidente del deterioro de un barrio convertido en gueto. Es justo y necesario subrayar que la figura del comisionado Jesús Maeztu y su labor callada y constante ha abierto una puerta al final del túnel que antes se antojaba imposible de vislumbrar. El mérito está en el talante experto, honesto y trabajador de Maeztu, pero de nada hubiera servido su trabajo sin el frente común que han hecho todas las administraciones y el compromiso de todos los grupos políticos de no buscar rédito electoral en una zona en la que lo único que cabe es dejar trabajar a los técnicos sin marcar plazos. El retorno del autobús de línea, junto a la normalización del servicio de Correos son fundamentales para un barrio en el que los avances ya son visibles. La rehabilitación de edificios y el éxito de los programas educativos y de empleo puestos en marcha son logros que han llegado a raíz del cumplimiento de dos medidas fundamentales: la disciplina urbanística y la menor sensación de inseguridad. Hoy, el Polígono Sur está mucho mejor que antes. Pero aún faltan acciones fundamentales para sacarlo de su aislamiento como el derribo del muro de Hytasa o el soterramiento de la vía del tren en el nuevo proyecto del Guadaíra. Las Tres Mil han cogido la senda correcta, aunque el camino es largo y sólo se completará con la unidad de todos, sin buscar medallas en el corto plazo.

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