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Un paso para decir: "Aquí estoy yo"

El juego del Sevilla frente al Mönchengladbach, al que tuvo en su mano, serena las aguas en la cuenta atrás para el debut liguero.

el 05 ago 2012 / 20:25 h.

El Sevilla se creció ante su rival más fuerte hasta la fecha.

"Un equipo no puede cambiar tanto en tres días. No puede ser que seamos capaces de contemplar lo que vimos en Córdoba y ahora esto en un campo tan difícil frente a un equipo de Champions. Que no nos hayamos parecido en nada al del otro día debe obedecer a nuestra mentalidad. No podemos permitir que un equipo con estas cualidades deje escapar oportunidades, y ésa es una labor mía. No está en el rival, sino en nosotros. Así que hay que dejarse de medias tintas y coger el toro por los cuernos". Las palabras de Míchel tras el encuentro contra el Borussia Mönchengladbach dejan claro cuál es el camino que debe seguir el Sevilla para poner tierra de por medio con respecto a la pasada campaña e iniciar una nueva era.

Sin competición europea que saborear y con una plantilla en la que ya apenas quedan vestigios de aquella que levantó varios títulos, las expectativas del club y de la afición recibieron un jarro de agua fría con la derrota frente al Córdoba. Ahora, tres días después, el equipo vuelve a parecerse a su mejor versión, ésa que le permite hablar de tú a tú cualquier rival y que, a la postre, es la que todo el mundo desea ver. Y no sólo de forma esporádica, sino partido tras partido.

Míchel reconoció que apenas pudo dormir tras la imagen dada en El Arcángel. Hoy respira más tranquilo. Pese a ello, sabe que mantener una línea de regularidad es el gran caballo de batalla al que se enfrenta. Desde hace tiempo, el Sevilla acusa altibajos, y a menudo incomprensibles: es tan capaz de ganar a domicilio a equipos que luchan por puestos de Liga de Campeones como de caer derrotado en casa ante el colista. La fe del club en el técnico madrileño es grande. Su experiencia en el mundo del fútbol y su carisma deben servir para volver a convertir al Sevilla en un equipo competitivo de verdad. No hay otro camino posible.

Por ello, el empate con sabor a victoria logrado en el Borussia Park ante un rival importante representa un paso para que los jugadores crean en lo que se hace y recuerden que sólo esforzándose como el sábado podrán responder a las expectativas. Entrega y mentalidad. No hay otra.

Por diferentes razones, el nivel físico del equipo dejó mucho que desear la pasada campaña. Hubo partidos en los que el Sevilla desaparecía en la segunda parte, y Míchel lo sabe muy bien. Entre eso y el rendimiento particular de futbolistas valiosos, lograr los objetivos resultó imposible. Ahora, el Sevilla va poco a poco adquiriendo un nivel físico importante -así lo destacó el técnico el pasado sábado- y, además, mentalidad ganadora.

Deportivo y Mainz 05 serán los dos últimos test de preparación antes del debut liguero frente al Getafe. Dos piedras de toque para demostrar que algo ha cambiado para bien.

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