La mafia volvió a dar señales de vida ayer en la provincia de Málaga, en la Costa del Sol, que se ha convertido en los últimos años en refugio de grandes capos de la mafia italiana y de otros países del este de Europa. La aparición, ayer, del cadáver de un hombre torturado, que tenía atada al cuello una cadena con forma de ancla y que quedó atrapado en las redes de un pesquero, viene a confirmar estos datos.
Según informó la Cadena SER, el cuerpo fue hallado entre las redes de un barco cuando faenaba en alta mar. El cadáver recuperado se encontraba en avanzado estado de descomposición y sólo estaba compuesto por el tronco y la cabeza, por lo que no contaba con extremidades, según señalaron las mismas fuentes.
Además de la cadena que tenía atada al cuello, desde la Guardia Civil señalaron que el cadáver tenía restos de plástico por todo el cuerpo, por lo que se baraja la teoría de que el hombre habría estado envuelto en dicho material. Una vez que hallaron el cuerpo, los pescadores se pusieron en contacto con un particular que fue quien dio el aviso a Capitanía Marítima del Puerto Deportivo de Benalmádena (Málaga) de que el barco se dirigía hacia allí con un cadáver, según aseguraron desde la Benemérita. Tras llegar al puerto de la localidad malagueña, los forenses se hicieron cargo de los restos, decretando el levantamiento del mismo a las 12.00 horas.
Este hallazgo amplía la lista de crímenes que los cuerpos de la Policía y la Guardia Civil están investigando en el último mes. El pasado 22 de abril, un hombre de 32 años murió apuñalado en su casa de Benalmádena tras una discusión con dos personas que se dieron a la fuga. La principal línea de investigación es un ajuste de cuentas relacionado con el crimen organizado.
El impulso a la lucha antimafia es notable. Durante la última década han caído 36 jefes de clanes mafiosos de la Camorra y la Ndrangheta. Ciro Figaro, el último, fue detenido hace unos meses en Marbella tras haber secuestrado al hijo de un capo rival. Sólo en 2009, la mafia movió 130.000 millones en el tráfico de droga con los cárteles colombianos y mexicanos para la cocaína y los afganos para la heroína, compraventa de armas, seres humanos y negocios emergentes.
