Desde la conquista de la Copa de la UEFA en Glasgow 2007, la competición continental viene dando más disgustos que alegrías a los sevillistas por la forma tan brusca de despertarlos. Fenerbahçe, Sampdoria, CSKA Moscú, Sporting de Braga... y ahora, Hannover. Demasiadas derrotas dolorosas para un Sevilla que pasa de ver sus citas continentales como fuente de alegría -e ingresos, imprescindibles- a sentirlas en su carne como espinas clavadas.
El sevillismo despierta nuevamente del sueño con brusquedad; demasiada. Algunas de las mejores páginas que ha escrito el Sevilla a lo largo de su historia tuvieron por marco ese mismo torneo del que acaba de despedirse. Si hace un año fue el Braga, ahora es el Hannover quien sumerge al proyecto en un mar de dudas. Porque, se quiera o no, con la exigencia que hay, este borrón se recordará durante el transcurso de la temporada. Marcelino y su equipo no han logrado superar su primera prueba de fuego, aunque merecieron mejor suerte en esta envenenada eliminatoria.
No se puede poner un solo pero a la entrega de los futbolistas, a su derroche de fuerzas. Como tampoco a la afición, que lo dio todo para llevar al equipo en volandas. El problema es que los errores se pagan muy caros. Marcelino pedía acierto y su equipo apenas tuvo. Lo intentó de todas las formas, con nuevo tiro al palo, pero curiosamente su gol en este partido de vuelta lo marcó Pogatez en propia meta. Fazio, con Giovani esperando, acabó ejerciendo de delantero. Negredo se marchó lesionado y a partir de entonces el equipo, cada vez más desgastado por el esfuerzo, perdió presencia arriba. No por poner más efectivos se marcan más goles. Marcelino es el primero que lo sabe. En cualquier caso, el autogol alemán habría servido para seguir adelante si el Sevilla no hubiese errado en la primera llegada alemana.
Las buenas sensaciones de pretemporada ya son historia. La Europa League, también. Quedan Liga y Copa, dos competiciones, algo que no vivía el club estas alturas de temporada desde hace años. Pero ya lo ha dicho Del Nido: el mismo año que el Cádiz apeó al Sevilla del torneo del KO se conquistó la UEFA. Sólo el tiempo dirá si este nuevo proyecto se asemeja en algo a aquél.
