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Un presupuesto para una economía en tiempos de crisis

La presentación ayer de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no puede sorprender a quienes hayan seguido con una mínima atención estos últimos meses las actuaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

el 15 sep 2009 / 16:02 h.

La presentación ayer de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no puede sorprender a quienes hayan seguido con una mínima atención estos últimos meses las actuaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Se trata de un presupuesto que quiere "mirar para el futuro", en palabras del vicepresidente económico, Pedro Solbes, pero que vienen marcados por la crisis que asuela a las sociedades occidentales desde primavera. De hecho, ayer el vicepresidente dedicó casi más esfuerzo a lanzar el mensaje de que los españoles tienen que estar "muy tranquilos" a pesar del desplome de Wall Street que a explicar los pormenores del documento presupuestario.

Los PGE cumplen con los criterios expuestos por Solbes en sus últimas comparecencias: austeridad, ligero aumento de la deuda pública (el déficit se situará en 2009 en el 1,9% del PIB), incremento de los gastos sólo en lo "imprescindible" y unas cuentas generales supeditadas al recorte de los ingresos del Estado. La oposición parlamentaria cuestiona que estos presupuestos puedan servir de antídoto para la crisis y desde diferentes posiciones coinciden en la necesidad de que los PGE establezcan medidas que revitalicen el mercado económico español. Lo que no dicen es cómo hacerlo: simplemente lo piden.

El Gobierno apuesta por el aumento del gasto social (la mitad del total), presupuestado en un 9,5% y con cuatro ejes esenciales de actuación: la subida del seis por ciento en las pensiones mínimas (106.098 millones), el incremento de los gastos relativos a la ejecución de la Ley de Dependencia ((1.150 millones), las prestaciones del desempleo (19.292 millones) y los gastos relativos a vivienda (1.606 millones). A estos incrementos se suma el de las partidas destinadas a I+D+i (8.191 millones) y el que se dedica a las inversiones en infraestructuras del Ministerio de Fomento (un 2,6% más que en 2008) y se termina de completar el cuadro de los aumentos que el Gobierno considera "imprescindibles".

Al resto de departamentos ministeriales les toca asumir la realidad de las restricciones presupuestarias: no hay más que lo que hay, es tiempo de carestía y sólo queda esperar que las predicciones del Gobierno se cumplan y que la economía española salga de la espiral negativa a mediados de 2009 y retome la senda del crecimiento en 2010.

Andalucía. Una reedición de lo anterior. La comunidad recibirá 4.410 millones de euros correspondientes a los PGE, cantidad que equivale, como pretendía Andalucía y se recoge en el Estatuto, al peso de la población de la región en el Estado. De ellos, la Junta destaca que 3.582 millones corresponden a inversiones de Fomento y de Medio Ambiente, lo que implica que se invierte incluso algo más (0,8 décimas) que ese porcentaje poblacional. Por contra, la comunidad recibe en concepto de Fondo de Suficiencia y de Fondo de Compensación Interterritorial 329 millones de euros menos que en 2008 como consecuencia del descenso en la recaudación de impuestos del Estado. El PP anuncia una campaña, pero la enmarca en una supuesta "cadena de agresiones" propio de quien busca la simple confrontación partidaria y poco más.

Sevilla. Las inversiones merman por el recorte, pero se cumple con proyectos como el de la SE-40, que por fin coge velocidad de crucero tras años de dilaciones. En anteriores presupuestos, la gran carga en materia de infraestructuras se destinaba a la construcción de la autovía de la Plata. Acabada ésta, el Gobierno Central invertirá el año que viene casi 250 millones de euros en la SE-40, cifra que permitirá poner en marcha obras en 44 de los 77 kilómetros de la nueva ronda de circunvalación de Sevilla. Junto a este proyecto, se mantienen, aunque rebajados, los aportes sustanciales para la mejora del aeropuerto de San Pablo y para la expansión del Puerto de Sevilla y se anuncian partidas nuevas para la rehabilitación de Santa Clara y para la Puerta de Sevilla. Falta, como siempre, dinero para la ampliación de Fibes, pero su ausencia y el desinterés estatal por el Palacio de Congresos de Sevilla ha empezado ya a ser un clásico en unas cuentas estatales que este año, también en Sevilla, han notado el zarpazo de la crisis económica.

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