La luz roja del semáforo indica que hay que parar. De lo contrario se puede sufrir una colisión con consecuencias irreversibles. Y como si de una carrera se tratase, la obesidad infantil en Sevilla corre a la velocidad del rayo y recorta distancia hacia los primeros puestos del ranking del panorama nacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado a la obesidad como la primera pandemia no contagiosa a nivel mundial y enfocado a la población infantil preocupa aún más si cabe a la sociedad, ya que se trata de un factor de riesgo para el desarrollo, por no hablar de las alteraciones psicológicas provocadas por sentimientos de inferioridad y rechazo. Además, tiende a perpetuarse en la adolescencia y se prolonga años, hasta la edad adulta en la mayoría de los casos. Por si fuera poco, esta patología degenera en enfermedades crónicas y, en consecuencia última, merma la esperanza de vida en 13 años.
Las alarmas se han encendido y las cifras, que se han triplicado en tan solo una década, anuncian un gran topetazo para la salud pública. Uno de cada cuatro niños sevillanos de primaria presenta problemas de sobrepeso u obesidad. En concreto, un 13% de los escolares de entre seis y 12 años sufre obesidad y un 11% sobrepeso, lo que en suma supone casi una cuarta parte de la población infantil, según el estudio realizado por la Delegación de Salud del Ayuntamiento, la Universidad Pablo Olavide y la Fundación Thao, que está enmarcado en el Programa Thao-Salud Infantil, al que está adherida la ciudad de Sevilla, y que tiene como objetivo frenar la progresión de la obesidad infantil en todo el territorio español.
Para el doctor Pedro P. García Luna, endocrinólogo jefe de la unidad de Nutrición Clínica del hospital Virgen del Rocío, el programa es una iniciativa muy necesaria y positiva. "En efecto, la mejor arma es la prevención, por aquello de que más vale prevenir que curar. La mejor prevención es una educación precoz en valores saludables basada en una dieta equilibrada y ejercicio. Y lo más importante, tiene que haber disciplina en la mesa y comer lo que se les pone, nunca ofrecer un plato alternativo", afirma el especialista del Virgen del Rocío.
En este sentido, el Programa Thao-Salud Infantil busca la solución en la actuación a nivel municipal sobre el entorno del niño. De esta forma, más de 60.000 menores hispalenses entrarán a formar parte del programa, que les acompañará durante un mínimo de cuatro años. Asimismo, una muestra representativa de 1.200 niños sevillanos se incorporará a las mediciones anuales del índice de masa corporal (IMC).
Los datos. Los resultados obtenidos de la primera fase de este año 2009 constatan datos concretos, como que el porcentaje más elevado de niños con estas patologías están en el grupo de edad de entre ocho y nueve años y en zonas de menor nivel socioeconómico. En relación a los hábitos destaca la elevada proporción de niños que llevan una vida de carácter sedentario en la que la videoconsola o el ordenador son sus principales distracciones.
"Existen dos tipo de obesidad; la de la pobreza, propia de los países en desarrollo, y la obesidad de la opulencia, que se da en los países ricos. En los primeros, la obesidad infantil prevalece en estratos socioculturales más elevados, al contrario que en los países desarrollados, cuyas tasas son más altas entre la población infantil con unos ingresos económicos familiares y un nivel sociocultural más bajos. Esto es así porque comer de forma equilibrada resulta más caro, al margen de la educación y dedicación que en que cada hogar se dedique la mesa", según García Luna.
Como demuestra el estudio, la actividad física es un factor esencial para erradicar la obesidad infantil y, para ello, el endocrinólogo propone nuevas iniciativas como "la habilitación de lugares para el uso y disfrute de los niños, en donde puedan practicar libremente actividades deportivas por las tardes o los fines de semana. Que los centros escolares abrieran sus zonas de recreo sería una muy buena opción para que los niños tuvieran un lugar donde poder jugar y correr lejos de los peligros de la calle", concluye.
