El Puerto se quiere modernizar y, como si de una ciudad se tratase, prevé convertirse en breve en una smart city, un espacio totalmente tecnológico en el que todo esté controlado y conectado gracias a las nuevas tecnologías. El objetivo es ofrecer al cliente la posibilidad de saber en todo momento dónde está su mercancía, tanto si se transporta por tren, barco o camión, así como controlar y mejorar las vías de comunicación, ahorrando costes y tiempo.
Instalaciones del Puerto para carga y descarga de contenedores. / J. M. PAISANO
Tecnoport 2025. Puerto tecnológico del futuro fue adjudicado el pasado mes de julio a la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (Fius) por un presupuesto de 7.712.915 euros después de un concurso público en el que se primó la oferta técnica y económica, según la Autoridad Portuaria.
El Proyecto cuenta con una asignación de 6,2 millones de euros del programa operativo Feder de Investigación, Desarrollo e Innovación dentro del marco Comunitario 2007-2013, así que al igual que el dragado de profundización del Guadalquivir que prevé el Puerto, este proyecto debe estar terminado y pagado el 31 de diciembre de 2015 para que no pierda estos fondos europeos.
La presidenta del Puerto, Carmen Castreño, explicó a esta redacción en una entrevista que el objetivo es «poner en comunicación la carga, el medio de transporte y el propietario de la mercancía».
El ámbito de actuación, según detalló Castreño, es triple, puesto que se actuará en el sistema ferroviario del Puerto, en la circulación por el río y en el tráfico de mercancías por carretera.
La presidenta de la Autoridad Portuaria explicó que dentro del recinto actúan como Adif, esto es, que son el administrador de las vías y los responsables de la circulación de los trenes. «Por eso queremos aportar un instrumento que ayude a la mejora de la circulación», apostilló. Además, los nuevos sistemas de control se ubicarán en el río porque al Puerto le «interesa tener controlada y ver la ría permanentemente aprovechando el sistema de balizas y señalización que ya existe».
La tercera pata del proyecto tiene que ver con los contenedores. «¿Dónde está mi contenedor ahora? Pues, en tal sitio. Es una herramienta que pondremos a disposición de los clientes y, por supuesto, de otra administración que lo necesite o quiera para otro puerto», afirmó Castreño, quien también avanzó que este proyecto de I+D+I lo pondrá a disposición de otras autoridades portuarias «de forma gratuita».
«Los clientes tendrían que pagar un pequeño coste, pero sería muchísimo más económico que cualquier otro sistema. Si un cliente tiene que articular por su cuenta, toda esta instalación de sensores le sería inviable económicamente», defendió Castreño.
El presupuesto base de licitación del proyecto era de 9.377.500 euros, si bien finalmente ganó el concurso la oferta de la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla con un importe o canon de adjudicación de 7,7 millones de euros.
