Movilidad va a encargar un nuevo informe, el quinto, sobre la seguridad de la obra del parking de Manuel Arellano, en Triana, después de que los vecinos denunciasen grietas y movimientos. El estudio estará antes de diciembre, fecha prevista para la entrega de las obras, y será redactado por una empresa independiente.
El delegado de Movilidad, Francisco Fernández (PSOE), quiso ayer tranquilizar a los vecinos del aparcamiento Crucero Baleares, en la calle de Manuel Arellano, después de que el pasado noviembre los residentes de los números 32 y 34 denunciasen los temblores y las grietas -de hasta cinco centímetros de anchura- provocadas por las obras.
En marzo, un juez ordenó que los trabajos siguieran al considerarlos seguros, pero los vecinos aún no se fían y mantienen sus pancartas en los balcones, para que nadie olvide que se deben extremar las precauciones. Fernández les pidió ayer que confíen en que sólo se han producido las "vicisitudes normales" y en que la seguridad "será máxima".
El estudio, que será el quinto que encarga el Consistorio sobre la estabilidad de la obra, permitirá conocer el estado del suelo próximo a las viviendas y acometer los trabajos de consolidación del firme que sean necesarios. Para que no haya especulaciones, se va a encargar a una consultora independiente; ahora mismo ese contrato está en fase de adjudicación pública (obligada porque el estudio supera los 30.000 euros de coste) y se adjudicará de seguido.
Ha sido, dijo, un trabajo que se encarga a expertos no vinculados al Ayuntamiento "por convicción de que es bueno hacerlo y para dar garantías de calidad a los vecinos", pero no porque los técnicos municipales lo crean necesario, es decir, porque haya riesgo real para los vecinos de la manzana.
La previsión de Movilidad, apuntó Fernández, es que las conclusiones estén sobre la mesa antes de que el aparcamiento se abra al público, un acto que está previsto para los meses de noviembre o diciembre. La zanja estará finalizada en septiembre, pero luego hay que allanar el asfalto, pavimentar la zona e instalar de nuevo la jardinería, lo que llevará unos dos meses más. A día de ayer, la obra entró en su tercera fase de actuación, lo que supone que ya se ha culminado el 70% del trabajo previsto.
"Lo que queda ahora es la fase que más cuidado requiere por si hay fisuras", apuntó el concejal, que hasta en cinco ocasiones insistió en que la seguridad "es y ha sido la prioridad" en la actuación del Ayuntamiento. "Y los vecinos lo saben perfectamente porque les hemos informado semanalmente con notificaciones en sus buzones. Es una obra controlada de forma muy estrecha desde el minuto uno", reiteró.
En el caso de que se produzca alguna "complicación" mientras se culmina el aparcamiento, la aseguradora Axa ya tiene una póliza suscrita con el Consistorio para compensar a los posibles perjudicados "ante cualquier incidencia". "Eso lo saben los vecinos y saben que se cubrirá cualquier deficiencia. Es nuestro compromiso", sentenció.
El propio Fernández, hace ocho meses, se vio forzado a reconocer públicamente que los edificios se habían "movido" por culpa del parking, aunque "muy por debajo" de los parámetros considerados inseguros para los residentes.
Cuando las grúas se marchen y la esquina de Manuel Arellano con la Ronda de Triana se abra de nuevo al tráfico y a los peatones, los vecinos habrán ganado 490 plazas de aparcamiento subterráneo para coches (10 de ellas para minusválidos) y otra docena de plazas para motos. Será 15 años después de que el Ayuntamiento de entonces iniciara los primeros estudios para ubicar un aparcamiento en la zona, un proyecto que fue desechado.
El Consistorio va a invertir cuatro millones de euros en el proyecto, que el edil de Movilidad considera "justo y necesario" para los vecinos de Triana. Un "respiro necesario" en una zona con alta densidad de población.
