La XXIV edición del rastrillo benéfico para Nuevo Futuro abrió ayer sus puertas en el hotel Meliá Lebreros, donde permanecerá hasta el sábado. En un día en que la lluvia empañó la inauguración, se notó la ausencia de la duquesa de Alba, presidenta honorífica de Nuevo Futuro en la ciudad, que no había faltado nunca al evento. Según fuentes de la organización estaba indispuesta, aunque ha asegurado que desde hoy acudirá todos los días.
El vicario general, Francisco Ortiz, bendijo una ceremonia inaugural a la que tampoco pudo asistir el arzobispo pero en la que sí estuvieron presentes la delegada de cooperación, Cristina Galán, la presidenta de Nuevo Futuro en Sevilla, María Pepa de la Serna, así como todo el comité del evento. "Sólo esperamos llegar a la recaudación del año pasado, 196.190 euros, que consideramos un verdadero éxito como están ahora las cosas", explicó Fátima Medina, miembro del comité organizador. Con 97 puestos, el mismo número que la pasada edición, este año se ofrece como novedad stands de muñecas artesanales, decorados de plumas naturales, decoraciones de flores secas y como productos estrella, trajes de flamenca antiguos, con el que la duquesa de Alba ha participado donando seis trajes.
Otra novedad es el motivo del cartel que anuncia esta edición del rastrillo, que ha sido realizado por la pintora Concha Ybarra. "Es la primera vez que no hay niños en el cartel, he utilizado la magnolia como símbolo de la infancia", comentó la autora. La entrada al rastrillo, que cuesta tres euros, ofrece al visitante la oportunidad de comprar artículos muy diferentes, desde muebles antiguos hasta joyas y bisutería, pasando por ropa infantil y cuadros pintados a manos, por poner algunos ejemplos. "Tenemos artículos de todos los precios, desde un euro que cuesta una papeleta para una tómbola, hasta muebles antiguos de un valor incalculable", comentó Fátima Medina. El sábado, además, se organizará una "parralita" para los más jóvenes, en el que habrá música, flamenco y payasos, así como un teatro infantil.