El Ministerio de Fomento licitará en breve la construcción de los túneles con los que la futura ronda de circunvalación SE-40 salvará el río Guadalquivir. Se trata de cuatro pasadizos, subterráneos con dos carriles por sentido cada uno de ellos, que se ubicarán a cuarenta metros de profundidad. La obra es de tal envergadura que, en principio, iba a ejecutarse en un plazo de 65 meses, pero el Gobierno Central ha decidido la aceleración de los trabajos y una reducción del calendario previsto de 15 meses. Para ello, como cuenta hoy este periódico, se dividirá la obra en dos tramos y en cada una de ellos se trabajará con una tuneladora distinta para la optimización de los tiempos de ejecución de la obra. El recorte en las previsiones de construcción del tramo acarrea una doble ventaja. De una parte, acelera la puesta en carga del tramo de la SE-40 que canalizará uno de los ejes de mayor densidad de tráfico de la Gran Sevilla, el que conecta Dos Hermanas con el Aljarafe. Por ahí pasarán a partir de 2014 más de 120.000 vehículos diarios, es decir, un 20% más de los que circulan ahora a diario por el Puente del Quinto Centenario, cuyos síntomas de saturación aconsejan el adelanto del calendario previsto. Y, de otra parte, pone en carga una inversión de una magnitud muy considerable (los 562 millones de euros del tramo implican un coste aún mayor que el de la línea 1 del Metro) y, por tanto, de un impacto indudable en la actividad socioeconómica sevillana, más si cabe en estos tiempos de crisis en los que la inversión en obra pública se convierte en el asidero de tantas empresas. Así lo han entendido las grandes compañías del sector, que pujan por hacerse con alguno de los tramos de construcción de los túneles (hay ya ocho ofertas de consorcios empresariales) y así lo ha comprendido el propio Ministerio de Fomento, departamento que incluye a la futura SE-40 entre sus principales inversiones en Andalucía en la próxima década.
