Luis Álvarez Duarte tiene muchas ganas de volver a Buenos Aires, una ciudad que le encanta y en la que se encontrará de nuevo con su amigo Héctor Scotta. Éste, explicó el pasado jueves a El Correo que lógicamente el artista está invitado a su casa cuando viaje a la capital argentina. Conservan una gran amistad desde que se conocieron en la capital sevillana en los últimos años de los años 70. Tanto caló la ciudad sevillana en el futbolista Argentino que además de encargar un Señor Cautivo a un artista sevillano, en su casa del barrio de Palermo tiene dos obras de arte ligadas directamente con Sevilla: un Arco de la Macarena y un retablo de cerámica Santa Ana con la imagen de la Esperanza Macarena. "Me impactó mucho cuando lo vi por primera vez", recuerda Luis. "El Arco está hecho con palillería y el azulejo cerámico de la Virgen impresiona y le hace a uno sentirse en cierto modo como si estuviera en Sevilla. Tiene una casa estupenda es una persona extraordinaria", insiste el artista. La vinculación de Héctor Scotta con la ciudad sevillana continúa casi tres décadas después de que abandonara la disciplina del Sevilla Fútbol Club como jugador de fútbol. Una hija suya reside en la capital andaluza y uno de sus nietos juega actualmente en las categorías inferiores del club de Nervión. Así, puede que dentro de unos años vuelva a tener el Sevilla un futbolista argentino llamado Scotta y además, con la misma sangre que El Gringo.