Por Javier Compás.
La mejor muestra del éxito continuado de Mariscos Emilio en la calle Génova son sus llenos diarios, una barra con gran ambiente, que se prolonga en la barra de las cristaleras y en las mesas del salón. El comedor interior, de clásico ambiente marinero, se está renovando en una puesta al día decorativa que aclarará y dará mayor luminosidad al recinto. Tras la barra, cuatro o cinco profesionales de impoluta camisa blanca, como el pelo que corona a la mayoría de ellos, ponen profesionalidad y servicio de estilo clásico a un público fiel donde podemos encontrarnos desde el maestro Emilio Muñoz, profesionales en parada cervecera, vecinos de la zona, turistas y todo aquel que quiera disfrutar de un verdadero tapeo sevillano de categoría. En el local, nada más entrar, se respiran aromas que despiertan los jugos gástricos, mariscos a la plancha y ajillos, destacan en el ambiente. Nos recibe una buena carta de generosos andaluces, la manzanilla La Panesa de Hidalgo o La Goya de Delgado Zuleta o el fino Tío Pepe, son buenas opciones para abrir nuestros sentidos a este mundo de frescas sensaciones gustativas. Naturalmente se puede optar por una Cruzcampo bien fría, con dos opciones, gran copa o caña habitual, siempre enfriadas previamente.
En vinos la carta es amplía y con buenas posibilidades por copas, no entraremos en la amplísima nómina de blancos y tintos de todo tipo, pero si señalar algunas etiquetas originales que se pueden degustar, como los extraordinarios albariños Frore de Carme, la gran creación de Eladio Piñeiro, o La Comtesse y Pazo Barrantes de Marqués de Murrieta, excelentes vinos para acompañar los pescados y mariscos de la carta y las ostras que dan nombre al negocio.
Famosa es su ensaladilla rusa (2,50 euros), con buenas gambas, las tortillas de camarones (2,50 euros), pinchos de langostinos (2,50 euros), pulpo a la gallega (3,00 euros), salpicón de marisco (2,50 euros), bacalao frito (2,70 euros). Muy demandadas son las anchoas de barrica (6,00 euros) y las tradicionales gambas al ajillo (3,50 euros) y el cocktail de mariscos (2,50 euros). Pero no solo de pescado vive el hombre en esta barra de delicias, se pueden probar los montaditos (2,50 euros), de pringá casera, de solomillo, de delicias serranas, por cierto, también hay queso viejo (2,50 euros) y jamón y caña de lomo ibéricos (2,70 euros). Casi todas las tapas se sirven por raciones, además de las citadas, las Ortiguillas (14,00 euros), los champiñones rellenos (12,00 euros), con taquitos de jamón y gambas y curiosamente rebozados. La vieira gratinada (7,00 euros) y las citadas ostras, a 3,00 euros unidad. Los mariscos, cocidos o a la plancha, según mercado, así como algunas elaboraciones fuera de carta. Muy buenos y frescos unos taquitos de salmón ahumado (3,60 euros), con mucho huevo duro picadito, cebollita y alcaparras, que le dan jugosidad y sabor. Sabroso también es el atún en escabeche, con un buen acompañamiento de pepinillos.
Para rematar, aunque hay quien lo prefiere de aperitivo o incluso, como acompañamiento de las tapas, unas buenas copas de gazpacho.
Ostrería La Mar es, sin duda, la joya de la corona de esta destacada cadena de bares y restaurantes con tan entrañable arraigo en nuestra ciudad, que sigue en primera línea de nuestros bares más emblemáticos, ofreciendo calidad y buen servicio a través de tres generaciones de la familia Guerrero.
LA FICHA
- Propietario: Antonio Guerrero.
- Dirección: C/ Génova, 1. 41011 Sevilla
- Tfnos.: 954 285 032.
- Horario: De 12.00 a 24.00. No cierra ningún día.
- Web: www.mariscos-emilio.com
- Tapas: Entre 1,80 y 3,00 euros. Raciones: 8,00 a 30,00 euros.
