El Sevilla, astuto en Copa y otrora alternativa al ejecutivo bicéfalo de Barcelona y Real Madrid, buscará elegir la guarida más segura del sendero hacia el ecuador liguero. Con sus estrellas, Kanouté y Luis Fabiano, en el equipaje y la presa ideal, el Almería de Lillo, asida a la bandera blanca de la rendición.
Jiménez diseñará un dibujo de lujo gracias a la presencia de sus pesos pesados en la pizarra, avales suficientes para volatizar la racha que asfixia desde que el Villarreal claudicara en el Pizjuán con un doblete de Luis Fabiano (3-2).
El brasileño será titular en la zona de ataque con Negredo, letal ante el Dépor en Riazor, escenario de la última exhibición copera de un Sevilla con trastorno bipolar. La Liga cumplirá un nuevo capítulo con el cuadro de Nervión sumido en una grave espiral de registros negativos.
5 puntos de 21 es el balance de un escuadrón con sed de triunfos. El título de campeón, propiedad de un Barça sideral, es una utopía y, tras la reestructuración de objetivos, el Sevilla ansía alcanzar la cuarta plaza, a sólo tres puntos de diferencia.
Las dudas generadas tras las igualadas ante Málaga y Valladolid y las derrotas ante Getafe, virtual rival en semifinales de la Copa, y el Racing de Canales pesan en la mochila de un aspirante a la tercera posición, ahora a 8 de distancia tras el despegue del Valencia de Emery.
Bajas
Para la trascendental cita, en la que el consuelo copero calmará la sensación de final, Jiménez deberá gestionar las ausencias del malí Kanouté, aquejado de molestias en el tobillo, Zokora, presente en la Copa de África, Squillaci, aún con dolencias en el tobillo, Konko, con el adductor bajo mínimos, y los eternos Acosta y Fazio.
Así, el de Arahal formará con Palop en la línea de meta, y una línea defensiva inédita en Liga en el recinto de Eduardo Dato. El lateral lituano Stankevicius, titular en el Nou Camp, protagonizará su debut en Liga ante su afición, mientras que Escudé y Dragutinovic repetirán en el centro de la zaga. Las dudas fluyen del carril zurdo. Con el regreso de Adriano, Fernando Navarro podría ceder el testigo al de Coritiba.
Jesús Navas figurará en el flanco diestro, con Duscher y Romaric en el doble pivote y Perrotti en la siniestra. Y en punta, la pareja de moda, con permiso de Kanouté e integrada por Negredo y Luis Fabiano. A priori, potencial para derribar la telaraña que pretenderá imponer un Juanma Lillo alérgico al 4-4-2 y que dispondrá un sistema apenas empleado en Primera División (4-1-3-1-1).
Sin su estilete en ataque
El Almería, heredero de la extinguida Agrupación Deportiva y uno de los equipos más frágiles de la categoría a domicilio, tratará de engrosar su enjuto casillero con un triunfo allí donde dinamitó la confianza del consejo de administración nervionense en la figura de un Jiménez herido de muerte.
Era el 19 de abril de 2008 y la UD goleaba a un Sevilla deprimido y plagado de figuras. Unos dos años después de aquella efeméride, culminada con un doblete del entonces almeriense Negredo y un autogol de Dani Alves, el Sevilla podrá ejercer su cumplida vendetta.
Con tres supervivientes de aquella afrenta sobre el césped, Palop, Navas y Luis Fabiano, y Jiménez en el banquillo, el destino regala una nueva oportunidad.
Sin la mascota de Del Nido, talismán en el torneo del KO, y con el aliento copero clavado en el olfato. La guarida más peligrosa, la de la trampa del débil, aguarda en la inhóspita hoja de ruta hacia la cuarta plaza.
