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Un taxista vio a los Del Valle meter un carrito en el maletero

El testigo no pudo precisar a la Policía que fueran Santiago, el presunto asesino de Mari Luz, y su hermana Rosa pero en el juicio declaró estar seguro.

el 17 feb 2011 / 11:39 h.

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Irene Suárez, madre de la niña Mariluz.
Tras la primera jornada del juicio del caso Mari Luz con las declaraciones de los imputados, Santiago del Valle y su hermana Rosa, así como de la esposa del primero que por sorpresa incriminó a su cuñada, ayer fue el turno de diferentes testigos que la fatídica tarde del 13 de enero de 2008 pasaron por el barrio onubense de El Torrejón. Ese día, la pequeña de cinco años desapareció en la zona y su cadáver fue encontrado 54 días después en la ría de Huelva.

El testimonio más concluyente fue el de un taxista que aseguró haber visto a los hermanos del Valle meter un carrito de la compra en el maletero de un coche a las 18.00 horas.

El testimonio sorprendió al propio fiscal, Alfredo Flores, ya que en su declaración ante la Policía, el taxista no pudo precisar que las personas que vio fueran Santiago y Rosa. Sin embargo, ayer en el juicio, aseguró que sí lo dijo pero la Policía "le tomaría mal las declaraciones". Y declaró contundente que era Santiago quien "salió del portal con un carrito de la compra a pulso, fue a introducirlo en el maletero pegando voces y su hermana lo ayudó, entonces lo cogieron entre los dos porque él solo no podía". Además vio a "una mujer rubia asomada a la ventana, que supuestamente es Isabel García". El taxista afirmó que los conoció porque días antes los llevó en su taxi y se quedó con sus caras porque eran "muy peculiares". No dio importancia a lo que vio hasta que se enteró por la prensa de que Santiago podría haber transportado en el carrito el cuerpo de la niña y "ató cabos", por lo que se lo contó a la Policía el 22 de mayo.

El abogado de Rosa del Valle, Manuel Domínguez, restó credibilidad a este testimonio al considerar que ver tantos detalles en "menos de un minuto" y mientras conducía requiere "una capacidad de percepción sobrehumana". Según el letrado, el taxista incurrió en "contradicciones".

También ayer testificó la persona que atendía el quiosco de chucherías donde Mari Luz compró palomitas justo antes de desaparecer. Este testigo declaró que la pequeña siempre iba acompañada "menos ese día" y que tras comprar y se fue "por donde vino", por su derecha, aunque las chapas del quiosco le impidieron seguir su camino y no la vio cruzar ni "nada raro". Esta persona dijo conocer tanto a los padres como a la niña y a Rosa del Valle porque "era clienta", pero no a su hermano.

Otros dos testigos declararon que sobre las 16.30 horas vieron frente a la casa de Santiago del Valle a una "niña con chaleco rosa y unas botas de pelo con un paquete de patatas en la mano y discutiendo con alguien, que podría ser su padre, y soltándose de la mano, momento en el que éste la coge y la mete en una furgoneta". Ni en el juicio ni en su declaración policial pudieron asegurar que fuera Mari Luz y de hecho durante la investigación fue descartado porque la madre les enseñó una foto de las botas y "no eran las mismas". También compareció una trabajadora de un bar de la Avenida de Andalucía que aseguró que ese día, sobre las seis de la tarde, Santiago "entró a pedir una botella de agua, algo nervioso, mientras su mujer lo esperaba en la puerta" y le llamó la atención porque tenía "una cara muy rara, con un cierto retraso".

En la jornada de ayer también intervino una profesora del módulo al que se apuntó Santiago en el colegio de Mari Luz. Afirmó que tenía un comportamiento "inapropiado" ya que "hablaba de sexo" con las niñas de su clase de entre 16 y 18 años, y les recomendaba que "se echaran novios de 40 años".

Un día pintó en la pizarra "un club de alterne" y al ser apercibido alegó que "no era malo hablar de sexo". A las niñas les molestaba que "continuamente en las clases sacaba temas de índole sexual" pero "no llegó a cometer ningún abuso". Fue expulsado por usar el móvil en clase, aunque a veces "se coló en el centro y pasaba por los alrededores".
Por la tarde fue el turno de peritos y policías y uno de los técnicos de Aguas de Huelva descartó que el cuerpo de la niña pudiera llegar a la ría sifue arrojado a la alcantarilla que señaló el acusado. Para ello, dijo, debería haber llovido mucho y no fue así.

En cuanto la declaración del miércoles en la que la esposa de Del Valle inculpó a su cuñada, el abogado de Rosa le restó credibilidad y pidió que se dirima si incurrió en falso testimonio.

Tensión a las puertas de la Audiencia
La "presión" y el "estrés" que los Cortés están sufriendo, según reconoció el padre de Mari Luz, pudo ayer con la madre, Irene Suárez, que increpó "asesino" a Santiago del Valle cuando salía en furgón policial camino de la cárcel. La familia pasó la jornada a las puertas de la Audiencia al sentirse "incómodos" en la sala preparada para ellos porque "no tenía ventilación". La Junta les ofreció otra por la tarde.


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