El Ayuntamiento acaba de habilitar un número de teléfono donde los sevillanos pueden llamar para denunciar a los gorrillas que vean por la calle, que desde noviembre pueden ser sancionados con 120 euros por exigir su mordida. Desde noviembre ya se ha multado a mil aparcacoches.
Según informó ayer el delegado de Seguridad y Convivencia, Alfonso Mir (PSOE), a la agencia Europa Press, el Consistorio ha puesto en marcha una línea bautizada como Teléfono del Civismo, cuyo número es el 954 500 900, que estará exclusivamente dedicada a que los ciudadanos denuncien a los gorrillas en cualquier punto de la ciudad.
Este teléfono está siendo dado a conocer entre los sevillanos a través de unos folletos informativos en los que, además del nuevo número y sus funciones, se explican las bases de la ordenanza antivandálica, aprobada en noviembre de 2008, en función de la cual se puede sancionar a estos aparcacoches ilegales. Dichos folletos se repartirán en todos los distritos y, especialmente, en aquellas "zonas sensibles" donde el fenómeno es muy acusado, como el Centro Histórico, Bami y Plaza de Armas.
El folleto informa a la ciudadanía de que la actividad de estas personas está penada con una sanción de 120 euros -que no se imponen en un primer momento, sino en el segundo apercibimiento- y también se prevé la posibilidad de impartir a estas personas cursos de formación para evitar que su comportamiento indebido se vuelva a repetir. Además, ofrece una serie de recomendaciones, entre las que se explica que "si no quiere pagar nada, no se sienta obligado", "si lo hace, sepa que está fomentando esta práctica", "si se siente coaccionado, no se enfrente" o "formule denuncia con todos los datos que tenga, mientras más mejor".
La lucha contra la actividad de los gorrillas, que el Ayuntamiento hispalense encuadra dentro de la aplicación de la ordenanza por el fomento de la convivencia en los espacios públicos o antivandálica, va "muy bien" y "se está notando muchísimo", según el delegado, sobre todo en barriadas como Bami o el entorno del Hospital Virgen Macarena, donde la afluencia de esta figura es mayor.
"un éxito". Como resultado de la ordenanza -que también sanciona los grafittis, el vandalismo de todo tipo, orinar en la calle, insultar o llevar tarde la basura al contenedor-, en los cuatro meses de su aplicación se han registrado ya más de mil denuncias contra estos gorrillas, a los que, añadió el concejal socialista, "no se pretende aplicar la ordenanza desde un punto de vista policial puro y duro, sino combinado con alternativas y medidas sociales". "Está siendo todo un éxito", concluyó el delegado.
