La calidad nutricional de los menús escolares ha mejorado "notablemente" en los últimos años. Eso sí, todavía hay un 14% que suspende y un 17% que son mediocres. Entre las asignaturas pendientes se encuentra el no ofrecer verduras y hortalizas un día a la semana.
Los niños no sólo alimentan su intelecto en el colegio. Para un millón y medio de menores el centro escolar también es su comedor diario de lunes a viernes. Por ello, es fundamental que el menú que consuman sea equilibrado y saludable, con el uso frecuente de pescado fresco, fruta, verdura, hortalizas y el abandono de precocinados o bollería. Sin embargo, uno de cada cinco no lo hacen.
Así lo ha constatado Consumer Eroski tras el análisis que ha realizado de 422 menús semanales de 211 colegios públicos, concertados y privados de 18 provincias de nuestro país. Aunque la calidad de los menús escolares ha registrado una evolución positiva respecto a un estudio similar elaborado en 2004, aún se arrastran carencias reseñables.
Las principales: el 17% de los colegios no ofrecen verduras y hortalizas como mínimo un día a la semana y los alumnos de un 10% de los 211 colegios ni siquiera toman un plato de pescado fresco a la semana. Sin embargo, todos los colegios encuestados coinciden, positivamente, en la contención de la oferta en la bollería y dulces, que sólo se dispensan a los más pequeños en ocasiones muy especiales.
La principal conclusión es que aunque la calidad nutricional de los menús escolares ha mejorado mucho (se han comparado los resultados de este informe con los de uno equivalente publicado en 2004), aún son muchos los que presentan carencias. Aportando datos: el incumplimiento de una ración a la semana de pescado ha pasado del 30% hace cuatro años al 10% actual, mientras que con la verdura se ha pasado del 36% al 17% actual. También resulta valioso que el 14% de centros que no ofrecían legumbres en sus menús hace cuatro años haya descendido ahora al 6%.
18 provincias . Se ha recabado información de colegios de Madrid, Barcelona, Asturias, Cantabria, A Coruña, Alicante, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra, Zaragoza, Valencia, Valladolid, Murcia, Sevilla, Córdoba, Granada y Málaga. Se solicitó a 1.100 centros. De ellos, 211 devolvieron los datos requeridos (el 71% son de titularidad pública, 27% concertados y un 2% privados, una proporción similar a la del sistema escolar). Las escuelas que no colaboraron se excusaron en la falta de tiempo, de interés o porque no facilitan ese tipo de información.
Entre los que sí se prestaron a participar, cada uno de ellos proporcionó dos menús semanales (primer y segundo plato y postre), con lo que se analizaron 422 propuestas en las que se comprobó la frecuencia de consumo de alimentos básicos: verduras, ensaladas, legumbre, pescado y fruta fresca. Asimismo, se tuvo en cuenta que no incluyesen en exceso productos precocinados (croquetas, empanadillas, salchichas...) ni postres dulces.
Los requisitos mínimos que debían cumplir eran: uso, como mínimo una vez por semana, de verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no elaborado; limitar los precocinados y dulces a un máximo de dos veces en una misma semana y ofrecer fruta fresca, como mínimo, en dos de los días de la semana.
Por territorios, las mejores calificaciones las obtuvieron los centros de Álava, Madrid, Málaga, Sevilla y Valladolid; mientras que las peores recayeron en los colegios analizados en A Coruña, Córdoba y Asturias. Barcelona, Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya, Valencia y Zaragoza se situaron en la media junto a Alicante, Cantabria, Murcia y Granada.
Máxime, cuando se comparan los datos con los recogidos en 2004. Dos datos avalan esta afirmación: hace cuatro años, la proporción de menús con una calificación de bien o muy bien se quedaba en un 41% y el de suspensos alcanzaba el 24%. Y frente a ello, los estudios actuales suben el porcentaje positivo al 68% ya que sólo un 14% no superan la prueba. La excepción: los centros estudiados en A Coruña, que, de nuevo, suspenden.
