No en todas las provincias la proporción de vertidos autorizados y no autorizados es la misma. En Almería, los segundos duplican a los primeros (16.537 unidades contaminantes frente a 8.084), mientras que en Sevilla y Granada las 77.756 y 2.811 unidades contaminantes respectivamente procedentes de efluentes urbanos correspondieron a vertidos legales. En Cádiz, la proporción de unos y otros es prácticamente la misma mientras que en Huelva y Málaga son muchos más los que cuentan con los permisos correspondientes, según los datos del último Informe Anual de Medio Ambiente.
En total, el año pasado llegaron al litoral andaluz 50.597 toneladas de materia orgánica procedente de vertidos urbanos, 15.621 de sólidos en suspensión, 11.128 toneladas de nitrógeno y 1.166 de fósforo.
Las provincias con mayor caudal de vertido son, lógicamente, las más pobladas como Málaga o Sevilla pero las que más contaminan el mar no son solo éstas sino también otras menos pobladas pero en las que la depuración de las aguas residuales no está resuelta del todo, como Almería, Cádiz o Huelva. Así, en todas las provincias bajó en el último año tanto el volumen de vertido como la carga contaminante salvo en Málaga, debido al aumento de caudal expulsado por focos urbanos pero también a los vertidos provenientes de la estación depuradora de Vélez.
Por contra, donde más ha bajado es en Almería, por el descenso en el volumen de vertido de las instalaciones de depuración; Sevilla, por la eliminación del vertido de La Algaba; y Cádiz, donde se ha reducido drásticamente la carga contaminante de los vertidos del núcleo de población de Chipiona y de la estación depuradora de El Torno.
El informe destaca también el avance registrado en la depuración de aguas. Actualmente, las instalaciones existentes permiten depurar una carga equivalente a las aguas residuales que producirían 11,6 millones de habitantes, si bien hay que tener en cuenta que estas instalaciones tienen que depurar no solo aguas fecales sino industriales y agropecuarias. Aún queda sin depurar, o al menos, sin un tratamiento acorde a la normativa actual, una carga contaminante equivalente a la que producirían dos millones de personas. La Estrategia de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales Urbanas aprobada por la Junta en 2007 prevé lograr el buen estado de todas las masas hídricas en 2015.
Aguas fecales en Mazagón
La playa onubense de Mazagón amaneció a primera hora de ayer manchada por un vertido de aguas fecales originado por un fallo en una de las bombas de la estación depuradora de este núcleo costero, según informó Canal Sur. El agua salió por dos pozos de registro de la tubería que conduce las aguas fecales hasta esta depuradora, una conducción que sufrió daños hace dos años debido a un temporal aunque fue reparada. La zona afectada es la conocida como de las Casas de Bonares, que pertenece al municipio de Palos de la Frontera, y sus vecinos se quejan de que el Ayuntamiento no hace nada para evitar estos episodios contaminantes, que ya se repitieron a principios de mes.
Por contra, fue el consistorio del vecino municipio de Moguer, que gestiona junto al de Palos la Mancomunidad de Mazagón, quien envió una excavadora por la mañana para echar arena sobre la zona afectada por el vertido de aguas fecales.
La playa no fue cerrada al baño en ningún momento ya que el incidente se registró sobre las siete de la mañana y se intervino desde muy temprano. Además, las aguas residuales no llegaron a alcanzar al mar. No obstante, los vecinos de las Casas de Bonares denuncian que, además de la contaminación que los problemas con esta conducción generan, se produce una continua pérdida de arena en la playa porque las aguas fecales la arrastran al mar.