Economía

Un tesoro con mucho recorrido

El principal reto del ‘oro líquido' es crecer en mercado en vez de en producción

el 02 may 2010 / 20:20 h.

La importancia del aceite de oliva tanto desde el punto de vista social como económico para la región andaluza es indiscutible. Lo que hay que plantearse es que, a pesar de ser líder mundial en su producción, no ha conseguido nunca el liderazgo dentro del mercado. De ahí la importancia de centrarse en la comercialización, sobre todo exterior, para que éste asuma los incrementos en su consumo.

Así lo recoge el libro El Aceite de Oliva Virgen: Tesoro de Andalucía, editado por Unicaja y realizado por casi una treintena de investigadores de diversas universidades españolas y extranjeras, así como de diferentes organismos públicos y privados. La publicación realiza, a través de sus más de 430 páginas, un exhaustivo y completo análisis del mundo oleícola, desde sus orígenes hasta su uso actual, y su importancia en el desarrollo socioeconómico de Andalucía.

De hecho, el denominado oro líquido es la principal fuente de ingresos en 300 municipios de la comunidad -especialmente en la provincia de Jaén-, lo que ayuda a que la población se consolide en las zonas rurales y se genere actividad económica.

"El enorme potencial de Andalucía y España como principal abastecedor mundial de aceite de oliva no se traduce en un liderazgo de los aceites españoles en los mercados exteriores, como consecuencia tanto del escaso porcentaje de aceites que se comercializan envasados, como de la ausencia de una imagen de calidad de nuestros aceites", asegura el libro.

De ahí la necesidad creciente de que todos los esfuerzos se dirijan "a conseguir un modelo más orientado a los mercados que a la producción, con objeto de retener el valor añadido que genera la comercialización".

¿Y cuáles son los principales mecanismos para hacer esto posible? Según la publicación, es necesario "el desarrollo de una comercialización más eficiente, tanto en graneles como en envasado, junto a una mayor profesionalización del sector, la mejora constante de la calidad o la inversión en I+D+I".

Entre las principales debilidades señaladas hay que destacar la falta de concentración del sector, muy atomizado aún, así como la falta de una cultura empresarial en el cooperativismo oleícola, de tal modo que, salvo contadas excepciones, los socios perciben a la cooperativa como el mercado final.

  • 1