Se está hablando mucho de las inundaciones con graves consecuencias durante el último puente en la provincia de Sevilla, pero en Osuna el temporal llegó en forma de tornado. Ocurrió el pasado martes y el tornado se cebó con numerosas plantaciones del municipio, echando por tierra el trabajo de muchos años en el campo. Un olivar situado en la finca Los Arenosos del término municipal fue la principal afectada por el tornado, con alrededor de 3.000 olivos arrancados por la fuerza del viento y esparcidos por el cerro del Maestre como si de astillas se tratase.
Los propietarios comentan que "hay partes en las que se aprecia la base, es decir el tronco, y no se sabe adónde fue a parar el árbol". De este olivar, que tiene poco más de una década de antigüedad, el ingeniero técnico Jesús Navas destacó "la perfecta labranza por parte de los dueños desde el mismo momento de su plantación", lo que, a su juicio, acrecentó el poder destructor del fenómeno meteorológico, dado que el viento encontró un magnífico coladero para dar cuenta de todo lo que halló a su paso.
También se aprecian en el suelo, con las raíces fuera, varias encinas que pueden tener, según técnicos del Ayuntamiento de Osuna, más de 200 años, pero que difícilmente podrán salvarse tras haber sufrido las consecuencias del último temporal.
Se da la circunstancia de que el día anterior tuvo lugar, a muy pocos metros de donde se produjo este huracán, la última jornada de los Campeonatos de España de Cetrería, con cientos de asistentes, por lo que podía haber ocurrido una auténtica tragedia, lo que afortunadamente no se produjo y celebran en este municipio de la Sierra Sur.
No obstante, este terreno, si bien resultó el más perjudicado por lo ocurrido hace mañana una semana, no fue el único dañado dentro del término municipal, ya que las fincas Malverde y El Ángel tienen también numerosos árboles en el suelo. Es más, en este último caso, el viento arrancó también uno de los tejados de la finca, sin que hubiera que lamentar daños personales.
