Se ha convertido en toda una pesadilla. La larga y siniestra figura de Agustín Pavón vuelve al primer plano. Se mueve como pez en el agua en medio de la inestabilidad política en la que está sumergido el Ayuntamiento de Camas. Ahora trabaja con ahínco para desbancar al alcalde, Juan Pazos, compañero suyo en IU, tanto que, incluso, cuando tomó posesión del cargo, no se lo ocurrió otra cosa que cederle el bastón de mando, trasladándose así el mensaje de que, en realidad, el alcalde era él.
Pavón se lo tuvo que tomar a pie juntillas porque, de inmediato, era nombrado jefe de Gabinete para ejercer así su poder a la sombra del sillón de la alcaldía a la que no podía aspirar debido a su imputación en el intento de compra de una concejala para desbloquear determinados proyectos urbanísticos. Todo un escándalo que puso en cuestión su honradez, su particular sentido de servicio a los demás, su, al parecer, constante sacrificio por los intereses verdaderos del pueblo, su condición, en fin, de un hombre de izquierdas de toda la vida. Pero algo tuvo que hacer mal el propio Pazos porque Pavón ha llegado a la conclusión de que es el momento de quitárselo de encima pactando una moción de censura con sus enemigos de siempre, los del PSOE.
El inexplicable apoyo de Diego Valderas (IU)
Lo peor de esta fea maniobra es que cuenta con el apoyo del coordinador regional de IU, Diego Valderas quien considera que su pupilo mantiene una actitud ejemplar. Y eso que apenas se han utilizado argumentos de peso para desencadenar una alambicada operación que, viniendo de quien viene, habría que poner en cuarentena de inmediato. Hay que tener en cuenta, no ya las extrañas e inapropiadas relaciones que mantiene el propio Pavón con determinados sectores muy vinculados con el ladrillo, sino, también, con la derecha más pura y rancia de Sevilla. Resultaba muy esclarecedor cuando estalló el caso Camas los defensores que le salieron al paso y, sobre todo, su propia actuación, llena de envites, desafíos y, si se nos permite el término, de cierta chulería cuando comparecía ante los medios de comunicación, rodeado de exaltados que presionaban descaradamente a los periodistas emulando así el más puro estilo de deleznables dirigentes futbolísticos.
Pendientes de consumar aún una traición más
Pero sorprende, aún más, el respaldo que le brindan los máximos responsables de su organización. Sobre todo, si se tienen en cuenta los continuos pulsos que ha protagonizado contra la misma, amenazando, incluso, con encabezar una candidatura independiente con lo que fracturaría, definitivamente, a IU en el pueblo.
En su alocada carrera por aferrarse al poder, llegó a protagonizar hasta una patética concentración de protesta en el Parlamento Andaluz rodeado de sus compinches y que olía, más que todo, a chantaje puro y duro a los suyos para que no le tocaran. Y así hasta llegar al punto actual, pendiente de consumar una traición más, la misma que sufrieron en sus propias carnes los que ahora tanto le arropan no sabe bien por qué.