Marín Lara accedió a la alcaldía por primera vez en 2004 bajo las siglas del andalucismo gracias a un acuerdo con los populares y el GIL. Tres años después pactó con los socialistas y en 2009 abandonó el PA con todo su equipo para afiliarse a las siglas socialistas.
El PSOE andaluz suspendió ayer a los cuatro ediles detenidos de militancia, aunque aún no se ha pronunciado sobre la continuidad de Francisco Cañestro como diputado provincial.
Fue una apuesta arriesgada, de esas que se juegan a todo o nada, a ganar o perder. Y el PSOE sacó la carta equivocada. La detención del exalcalde de Ronda Antonio María Marín Lara rompe un idilio que comenzó hace dos años con el trasvase del exandalucista y su equipo a las filas socialistas y que, hasta la operación iniciada ayer, parecía sobrevivir pese a tener todos los elementos en su contra.
El acuerdo con el anterior regidor de Ronda fue el gran golpe de efecto del PSOE en la pasada legislatura, una operación perfectamente planeada para asegurarse el peso político en la Serranía, avalada por las altas esferas del partido y que dinamitó las bases del socialismo y del andalucismo. El primero asistió a la revuelta de sus históricos, el segundo se quedó sin representación municipal.
En estos años de vida política municipal, Marín Lara no ha sido ajeno a los denuncias judiciales y los conflictos. Abogado de 52 años, el ahora edil en la oposición tiene a sus espaldas dos décadas de vinculación con el andalucismo, nexo que rompió en 2009, cuando en junio consumó su paso al PSOE malagueño, inmortalizado en un apretón de manos con el secretario provincial, Miguel Ángel Heredia.
Era una nueva parada en una carrera fulgurante que en los últimos diez años le había aupado a la alcaldía de Ronda, a la secretaría provincial del PA e incluso a encabezar las listas por Málaga de Coalición Andaluza al Parlamento. En la Ciudad del Tajo, es conocido con el sobrenombre de Toti, un apodo que incluso usó en la última campaña municipal. A la alcaldía llegó por primera vez en 2004, con el apoyo de los ediles del GIL y el PP.