Los aficionados del Sevilla, protagonistas de la visita a San Mamés. Foto: EFE.
Que la afición del Sevilla arropa a los suyos allá por donde van es algo sabido por todos. Unai Emery reconoció en alguna que otra ocasión que ver la pasada campaña a tres mil aficionados en Estoril, cuando la Europa League no había hecho sino comenzar y el equipo todavía buscaba identidad, supuso una gran motivación para él y los jugadores. El pasado domingo, en Bilbao, el sevillismo tampoco falló.
Unos 300 valientes se dieron citas en las gradas de San Mamés para arropar al Sevilla en un estadio donde el peso de la afición local siempre se deja notar. De hecho, los seguidores del Athletic volvieron a estar con su equipo, pese al mal momento de éste, y tiraron de él. Sin embargo, esos 300 sevillistas no sólo no fueron eclipsados sino que en muchas fases del encuentro demostraron por qué su calor es admirado por todos.
Había muchos aficionados que animaron en Bilbao e intentaremos lograr la victoria por todos ellos. Había fases del partido en las que se les escuchaba más que a los del Athletic, y eso llama la atención, comentaba ayer Denis Suárez en la radio oficial del club. El mediapunta, una de las sensaciones del plantel en este inicio de temporada, reconocía así su admiración, así como el deseo de brindar un triunfo a esos seguidores este jueves ante el Standard de Lieja.
Un encuentro éste en el que los puntos en litigio cobran un gran valor. Hay que encarrilar el pase en casa porque, si no es así, la cosa se pondrá difícil, así que saldremos a por ellos, dice.
En relación a esta cita, correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos, el escocés Bobby Madden ha sido designado para dirigirlo. Madden, de 35 años, es internacional desde 2010.
