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Un triunfo incontestable e insuficiente del Sevilla

El Sevilla plasmó en el campo su tremenda superioridad sobre el Betis y se llevó el derbi con la gorra, aunque ello no le dio para mantener sus opciones de Champions, que se esfumaron con el triunfo del Atlético. Volverá a Europa -por quinto año seguido- para disputar la UEFA, su trofeo. (Foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 04:39 h.

El Betis fue incapaz de crearle una sola ocasión de gol al Sevilla, tal y como ocurriera en el partido de la primera vuelta disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde los de Jiménez se impusieron por un concluyente 3-0 que si ayer no se repitió fue por la impericia de Jesús Navas ante el gol y el doble paradón que le hizo el meta bético Ricardo, ya con el choque sentenciado.

El derbi de ayer apenas tuvo historia, si acaso la primera media hora de tanteo en la que los verdiblancos fueron capaces de plantar cara a un rival técnica y físicamente superior como es el actual Sevilla FC, que no se encontró nada cómodo sobre la cancha hasta que Luis Fabiano hizo el 0-1 al aprovechar un gran pase interior de Daniel Alves y el fallo de Melli al tirar tarde el fuera de juego y habilitarle para que batiera a Ricardo a placer.

Con el 0-1 se acabó la historia para los béticos, como ocurriera en la primera vuelta -entonces también marcó Luis Fabiano, aunque con la mano- o el año pasado en la Copa del Rey, cuando aquel gol de Kanouté fue el preludio del botellazo a Juande y la posterior eliminación y clausura del campo bético por tres partidos. Los verdiblancos, como en los casos precedentes, no tuvieron respuestas para tratar de cambiar el rumbo de los acontecimientos, chocando una y otra vez en sus propias carencias y la fortaleza del eterno rival.

El Sevilla se fue al descanso con el derbi en el bolsillo pero el disgusto metido en el cuerpo, ya que sólo instantes antes de que Undiano pitara el final del primer período Forlán marcaba el 1-0 para el Atlético en el Calderón, un gol que acababa de raíz con sus opciones de Champions, y precisamente por ello fue recibido con alborozo por la hinchada bética, que se tuvo que conformar con alegrarse de los males ajenos porque veía que su equipo, una vez más, iba a ser incapaz de darle una satisfacción ante el eterno rival, que le ha pegado una barrida en los dos derbis ligueros como no se veía desde la lejanísima temporada 1990/91, la penúltima vez que el Betis bajó.

Por fortuna para los béticos, la permanencia quedó sellada la jornada anterior con el empate ante el Valladolid y las derrotas de Recre y Osasuna -ayer ganaron ambos-, porque el equipo ha llegado muy justo a las jornadas finales -cuatro partidos sin ganar, sólo un gol anotado-, todo lo contrario que el Sevilla FC, que logró encadenar su tercera victoria consecutiva y al que van a faltar jornadas para poder repetir el sueño de la Champions que ha ido persiguiendo toda la temporada sin poder alcanzar.

Ayer le bastó con un ordenado planteamiento táctico -Jiménez reforzó la medular con Renato en detrimento de Navas- para cortocircuitar todas las vías de penetración béticas, que no pudieron explotar ni Mark González ni Edu ni Capi. A poco de empezar la segunda parte, el gigantón Fazio cabeceó el 0-2 y dejó el choque visto para sentencia. El Betis no tuvo argumentos y por la radio no llegó ninguna noticia que alegrara el triunfo a los sevillistas, a los que no bastaba con ganar el derbi para lograr su objetivo.

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