Este año no se dan carambolas. No hay final de la Copa Davis, ni un acueducto de días festivos. Este puente de la Constitución llega marcado por la austeridad que impone una ya larga crisis económica y la acusada caída del consumo que lleva aparejada, por lo que el sector turístico sevillano lo afronta mirando con añoranza el calendario del año pasado.
Y por no acompañar, este año ni siquiera lo hará el buen tiempo, pues se esperan lluvias para la tarde de hoy y la mañana del viernes, que preocupan sobre todo a la actividad hostelera, que depende mucho, ante la falta de reclamos potentes para el visitante, de la climatología y de otros factores menores como la iluminación navideña.
Hay que remontarse a la crisis posterior a la Expo 92 para encontrar unas cifras de ocupación hoteleras tan bajas en Sevilla en el puente de la Constitución. "Son los peores datos que se recuerdan en los últimos años", apostilla el gerente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, Santiago Padilla, que sitúa el nivel de reservas en el 53%, aunque confía en que se remonte con las decisiones de última hora. Ya se ha generalizado esta forma de viajar, con reservas de último minuto, y ahí tienen los empresarios puestas sus esperanzas, aunque pocas, puesto que las determinan el factor meteorológico.
"Hay una causa-efecto muy clara. Hay cinco millones de parados y éste es un puente que funciona con turismo nacional. No es un problema de Sevilla, sino generalizado", asevera Padilla. Ni siquiera la ciudad ha podido beneficiarse de la reducción de oferta hotelera en puntos cercanos, como el caso de Huelva, explica, donde este año está cerrada el 85% de la planta hotelera. Pero cuando no hay demanda, no la hay.
El presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y Provincia, Pedro Sánchez-Cuerda, asegura que, tras el encendido de las luces navideñas el pasado viernes, ya se notó un incremento de la afluencia de público por las calles del Centro, si bien precisa que aún es pronto para constatar si esos paseos también se han traducido en un aumento de ventas en los negocios.
"El año pasado nos ayudó mucho el mapping (proyección de imágenes sobre la fachada trasera del Ayuntamiento), porque mucha gente de otros barrios y de los pueblos de la provincia llenaron el Centro, lo que supuso que los comercios casi duplicaran sus ventas". Pero en esta ocasión y, pese a que el Ayuntamiento ha decidido adelantar la iluminación al último día de noviembre, este atractivo -de carácter local- tampoco estará disponible este puente. Se estrenará el próximo día 11.
Antonio Távora, presidente de la patronal de agencias de viajes, lo resume en una línea: "El problema es que no hay dinero; el consumo ha caído mucho y el año está siendo muy complicado". Pocas salidas de sevillanos al extranjero, muy limitados, se queja Távora, por las pocas conexiones aéreas directas y también el perfil low cost del visitante.
Unas previsiones que van en línea con las que maneja la Consejería de Turismo para la comunidad andaluza, con una media del 45-50%.
Algo mejor apuntan para la provincia. Los destinos de interior se benefician de esta época del año. Así, los hoteles y alojamientos rurales estiman que podrán alcanzar una ocupación media del 60% en los pueblos de la provincia, según un sondeo elaborado por la sociedad de turismo de la Diputación, Prodetur, sobre una muestra de 73 establecimientos y sin contar la capital.
Desde el ámbito comercial, el presidente de Aprocom, Manuel Dorado, se apunta a la corriente de los optimistas y confía en que el comercio se beneficie de la afluencia de visitantes. "No sabemos cómo van a afectar cuestiones como la supresión de la paga extra de Navidad de los funcionarios y otras cuestiones que van marcando el ambiente". Sin embargo, señala que "aunque haya mucha gente afectada por el paro o la merma de ingresos, no se equipara con la situación actual".
Para favorecer el acceso, al menos, el Ayuntamiento reforzará los días festivos las líneas de Tussam que unen los distintos barrios con el centro de la ciudad.
La gasolina se encarece en la víspera y ya está a 1,42 euros el litro
Suele coincidir que, justo antes del comienzo de los periodos vacacionales o puentes festivos, el carburante sube de precio. Así lo constata el último Boletín Petrolero de la UE, que compara los precios semanalmente, y que evidencia una ligera subida en las estaciones de servicio del país. Así, en la semana previa a este puente el litro de gasolina se encareció un 0,1%, hasta una media de 1,377 euros el litro, frente al incremento del 0,3% del gasóleo, que se colocó así en 1,354 euros el litro.
Claro que estos precios se corresponden con la media de las provincias españolas. En el caso de las estaciones de servicio de Sevilla capital, el litro de gasolina de 95 octanos se paga ya a 1,419 euros, de modo que la factura por llenar el depósito (55 litros) para aprovechar el puente festivo se eleva hasta los 78 euros, cinco céntimos más caro el litro que en enero. En el caso del diésel, las gasolineras de la capital hispalense suministran el litro a un precio medio de 1,40 euros, de modo que llenar el tanque sale por 77 euros, con una diferencia mínima respecto a la gasolina.
Pero, para hacernos una idea de cómo se han incrementado los precios de los carburantes de automoción en el último de año, observemos el Boletín Petrolero de la UE de la semana que correspondía al puente de 2011 y que arrancaba el día 5 de diciembre. En ese momento, el litro del combustible más consumido, la gasolina 95, se situaba en los 1,284 euros el litro, mientras que en el caso del gasóleo, su precio se colocaba en los 1,296 euros.
De esta forma, en los últimos doce meses, la gasolina acumula un incremento del 7,25%, mientras que en el diésel el avance no ha sido tan acentuado y se sitúa en el 4,5%.
Cierto es que los carburantes han dado cierto respiro -aunque leve- a los bolsillos, después de que en septiembre alcanzaran sus precios más altos del año, superando incluso los 1,50 euros el litro, según arrojan los informes que mensualmente elabora el Ministerio de Industria.
