C. Rengel / El Correo
Es una "injusticia tremenda", un "ultraje inhumano", un "revés dolorosísimo", una "bofetada inesperada", un "ataque a la dignidad", una "vejación de la memoria". El diccionario se le quedaba corto ayer a los familiares de los represaliados de la Guerra Civil que, tras dos meses de triunfos en la Audiencia Nacional, se encontraban con un parón en seco en su lucha por la dignificación de sus allegados.
Como explicó Paqui Maqueda, secretaria de la Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas, a lo "inesperado" de la situación se añade el hecho de que las asociaciones denunciantes han tenido que conocer la decisión de la Fiscalía a través de los medios de comunicación, pues desde la Audiencia Nacional no se les envió el auto hasta bien entrada la tarde.
"Vamos a recurrir esta paralización porque con ella se está agrediendo a las víctimas", sostuvo. A su juicio, se está "envileciendo" el debate sobre el rescate de la memoria histórica y de ahí estas decisiones "tan descabelladas". "Parece que hemos vuelto a convertir el tema en un tabú, que hemos tocado una fibra sensible que estaba oculta. Sólo queremos dignidad. No sé a quién hacemos daño", lamentó. Pese al enfado monumental que manifestó ayer Maqueda, reconoció que aún conserva "toda la esperanza" de que la orden de exhumación dada por el juez Garzón siga su curso. "Somos corredores de fondo y no nos va a parar un fiscal. Ya hemos superado muchas dificultades para arrugarnos", concluyó.
Como muestra de firmeza, Maqueda confirmó que hoy mismo van a proceder a la exhumación de una fosa común en Calañas (Huelva), un acto que lleva semanas fijado en el calendario. Dicha fosa contiene los restos de 11 personas asesinadas en noviembre de 1937, procedentes de El Cerro del Andévalo. Este enterramiento no se encontraba entre los seleccionados por el magistrado Baltasar Garzón para iniciar su investigación y los trabajos llevaban meses previstos; sin embargo, hoy el trabajo de pico y pala se convertirá en un acto "especial, de denuncia".
Similar a la reacción de Maqueda fue la de Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, quien calificó de "inhumana e injusta" la suspensión de los trabajos. Entiende que ataca a los familiares directamente, "que son el eslabón más débil en este proceso", debido a la enorme ilusión que han puesto en el proceso de recuperación de los cuerpos. "Se han saltado además varios procedimientos legales", reprochó.
Cara y cruz . La indignación de los familiares encontró un eco muy diverso entre las formaciones políticas. Desde el silencio total del PSOE, que ni siquiera se remitió a su habitual "respeto" a las decisiones judiciales, al aplauso del líder del PP, Mariano Rajoy, a la paralización, pasando por el anuncio de IU de recurrirla.
El presidente de los populares aseveró que la Audiencia había optado por una "muy buena decisión", por lo que se mostró "muy satisfecho y contento". "A la gente lo que le importa es el paro y que están ajustados a fin de mes", apuntó. El portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, avanzó que emprenderán "acciones judiciales contundentes", porque la Audiencia "ha pasado por encima de las víctimas".
