Colas en los templos para visitar los pasos, enjambres de turistas atendiendo las explicaciones de sus guías, lazos blanquinegros en la solapa para los que se acercaron hasta el Patrocinio, mesas petitorias en las iglesias rebosantes de fotos y recuerdos para su venta... La víspera del Viacrucis del Año de la Fe tuvo ayer mucho sabor a Domingo de Ramos. A la espera de despejar la incertidumbre meteorológica que amenaza con arrebatar a la ciudad la versión magna del acto piadoso, los sevillanos aprovecharon intensamente la jornada de ayer para realizar su particular viacrucis visitando en el interior de las iglesias los pasos de las catorce imágenes llamadas a participar en este extraordinario evento.
Hay quien mantiene que cuando los pasos permanecen montados en las iglesias en cierto modo las desacralizan. Será por eso y, por la avalancha de visitas que ayer y hoy se esperan en la Basílica de San Lorenzo, que la hermandad del Gran Poder ha decidido que durante este fin de semana todas las misas en el templo se trasladen a la capilla del Sagrario, lo que ha permitido una novedosa estampa: que el paso con la efigie del Nazareno de Juan de Mesa presida la iglesia desde el mismo presbiterio.
Colosal era la estampa, a los pies del altar de la colegial del Salvador, que ofrecía ayer el Señor de Pasión sobre su paso de plata, envuelto en los bordados de la túnica de las hojas de acanto. De todos los pasos que participan en el Viacrucis, sin duda es el del Nazareno de Martínez Montañés el que ha experimentado una mayor metamorfosis respecto a sus habituales señas de identidad del Jueves Santo. El monte de hojarasca y la colocación de una calavera a los pies del Señor, alegoría del siglo XVII que rememora el triunfo sobre la muerte a través de la Pasión de Cristo, aportaron un toque único de originalidad a estas andas procesionales.
La de ayer fue también una mañana de mucho trasiego de fieles y curiosos en la capilla de la Estrella, donde además del paso misterio del Señor de las Penas podía admirarse también a la dolorosa de la hermandad dipuesta sobre las pequeñas andas que por la tarde la trasladarían a la parroquia de Santa Ana para el inicio de los cultos de la hermandad. Los cofrades de la corporación de San Jaciento estuvieron muy pendientes de la reunión convocada por la tarde en la sede del Consejo, ya que en caso de haberse suspendido el Viacrucis se había previsto un dispositivo para bajar al Señor de las Penas del paso y trasladarlo también a la Catedral trianera junto a la dolorosa.
Incesante fue también durante toda la jornada de ayer el reguero de fieles que se desplazó hasta el Patrocinio para presenciar la imagen del Cachorro, tocado con potencias y corona de espinas, y expirando sobre un monte de corcho y hojarasca, mientras que la Virgen del Patrocinio ocupaba su lugar en el altar mayor.
Como extraordinario fue el ambiente que se respiró en la capilla de Monte-Sión, donde los fieles pudieron rodear por completo el paso de misterio de la Oración en el Huerto y admirar los mantolines bordados y las túnicas con galones inspirados en el siglo XVIII, todos de estreno, de los durmientes apóstoles. Las últimas imágenes en su subir a sus pasos fueron el Cristo Cautivo de Torreblanca en la igledia de Santa Marina y el Señor de la Salud y Buen Viaje de San Esteban, éste último momentos después de la Función Principal de la hermandad en la que tomó posesión la nueva junta de gobierno.
