Los Reyes Magos no son patrimonio del Centro de la ciudad. Y aunque la luz de ilusión se encienda intramuros, su magia se extiende y multiplica por los barrios de la ciudad entre esta tarde y, sobre todo, mañana, momento en el que los niños se reencuentran con Melchor, Gaspar y Baltasar después de recibir sus regalos. La posibilidad de darles las gracias y de recoger más caramelos la tendrán fácil, ya que no serán ni una ni dos, sino casi una veintena de cabalgatas las que tomarán la periferia de la ciudad y, en concreto, ocho de sus distritos. Sólo se quedarán sin las suyas Los Remedios y Casco Antiguo, enclaves por los que pasa la cabalgada del Ateneo; y Macarena, que repite el gesto de hace un año de emplear el dinero de la cabalgata (12.000 euros) en la compra de lotes de alimentos para familias sin recursos.