El escritor Obdulio López (Cartagena 1953) construye en El enviado del rey (Grijalbo) una novela de intriga histórica ambientada en la Cartagena medieval, partiendo del momento en el que el obispo Diego Martínez de Magaz decide el traslado de la silla episcopal de la catedral de la ciudad a la vecina Murcia.
López, autor de La ciudad de los tres nombres, explica que, aunque se adujeran para su traslado razones de seguridad como la salvaguarda de los asaltos de piratas y bandoleros, lo cierto es que en Murcia "los almogávares granadinos saqueaban cuanto encontraban a su paso".
Por ello, el escritor afirma que la verdadera razón para este cambio de sede era el disfrute de unas prebendas prometidas por el rey Alfonso X al obispado para su supervivencia, concretamente, "una finca de 250 tahúllas en la Vega del Segura". A partir de este hecho histórico, López construye una trama de intriga hilada por aventuras caballerescas en las que Alonso de Santa María, perteneciente a la orden naval y militar de Santa María de España, será enviado por el rey para investigar una serie de asesinatos que se han producido en el concejo de la ciudad con motivo del traslado de la sede episcopal.