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Un viejo espíritu, un nuevo sueño

El Sevilla se conjura para vivir otra gran noche en el Sánchez-Pizjuán ante una afición volcada.

el 25 feb 2013 / 21:40 h.

Una de las noches mágicas en Nervión: ante Osasuna, en UEFA.

La historia del Sevilla está escrita con alegrías y tristezas; con sufrimiento y orgullo; con noches para olvidar y con noches absolutamente mágicas que ahora vuelven a la mente de todos. No quedan lejos en el tiempo algunas de las vividas por una afición deseosa de ver nuevamente a su equipo disputar una final. El partido de vuelta este miércoles contra el Atlético de Madrid llega rodeado de una enorme expectación. La esperanza de remontar el 2-1 adverso convertirá el Sánchez-Pizjuán en una auténtica caldera, al más puro estilo de las grandes ocasiones.

Estos días, el propio club se está encargando de desempolvar el espíritu al que apela el Sevilla cada vez que necesita dar lo mejor de sí mismo ante su afición con el fin de crear un ambiente especial y arropar a los jugadores.

La gran noche de Puerta

Para la mayoría de los sevillistas, la noche mágica por excelencia vivida en el Sánchez-Pizjuán fue la que permitió al equipo clasificarse para su primera final europea. El gol Puerta al Schalke 04 en la prórroga de aquel partido disputado el jueves de Feria de 2006 pasó al recuerdo como uno de los momentos más señalados de la historia del club. La afición llevó en volandas al equipo hasta en un partido vibrante que decantó Puerta en el minuto 100, después de que la ida, disputada en tierras germanas, concluyese con empate a cero. Fue allí donde nació el llamado Espíritu de Gelsenkirchen, cuando los más de dos mil sevillistas desplazados frenaron al autobús que trasladaba al equipo en la colina próxima al Veltins Arena para mostrarle su apoyo y acompañarlo hasta el mismo estadio. Un momento que marcó un antes y un después para muchos.

La remontada a Osasuna

En mayo de 2007, el Sánchez-Pizjuán volvió a disfrutar de otra noche mágica. El sorteo quiso que el Sevilla lograra en casa su segunda clasificación para una final de Copa de la UEFA. Ese día tuvo que dar la vuelta a una eliminatoria cuesta arriba tras la derrota por 1-0 en tierras navarras. Luis Fabiano y Renato certificaron con sus goles el pase del equipo de Juande Ramos a la final de Glasgow en un estadio volcado que vibró como pocas veces.

Lille, Panathinaikos, PAOK...

Además de las anteriores, otras muchas noches vividas en el Sánchez-Pizjuán han pasado a la historia del club. No estaba en juego el pase a una gran final pero sí las ilusiones de un proyecto y de una afición. El 2-0 al Lille en octavos de final de la UEFA 2005/06, tras haber perdido 1-0 en tierras francesas; el 2-0 al Panathinaikos después de caer 1-0 en Atenas, con Joaquín Caparrós en el banquillo dirigiendo a un Sevilla que volvía a saborear los torneos continentales (2004/05); o, más atrás en el tiempo, aquella célebre noche protagonizada por el Sevilla de Manolo Cardo ante el PAOK de Salónica, tras perder 2-0 en la ida y dar la vuelta a la eliminatoria en Nervión (4-0), también siguen en la retina del sevillismo, que ahora recupera el espíritu de esas grandes noches para vivir un nuevo sueño: la final de Copa de 2013.

El escollo se llama Atlético de Madrid. Llega con un 2-1 a su favor pero Nervión se ha conjurado para volver a disfrutar.

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