Cultura

Un ‘zurbarán’ invitado en Los Venerables

El Museo de Bellas Artes de Bilbao presta ‘Santa Isabel de Turingia’ al Centro Velázquez mientras dura la muestra del Murillo joven

el 16 oct 2009 / 20:17 h.

La Fundación Focus-Abengoa amplía la colección del Centro de Investigación Diego Velázquez, ubicado en el Hospital de los Venerables, tras la incorporación temporal el pasado sábado del cuadro Santa Isabel de Turingia, de Zurbarán, propiedad del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Esta obra se expondrá durante seis meses, tiempo que durará la exposición El joven Murillo, que se inaugura el próximo lunes 19 de octubre en el Museo de Bellas Artes de aquella ciudad, y que posteriormente se expondrá en el Bellas Artes de Sevilla a partir de febrero de 2010. La Fundación prestará para esta muestra la Santa Catalina (1650) de Murillo, obra recientemente rescatada del expolio del Mariscal Soult por dicha institución.

De esta forma, un mayor número de personas disfrutarán de la visión de ambos lienzos en un espacio distinto al habitual, indicó la fundación en una nota. Para algunos autores, esta Santa Isabel de Turingia de Zurbarán representa a Santa Eulalia, y hace pareja en el Museo de Bilbao con una Santa Catalina.

Zurbarán la concibió como pareja de la otra pintura. En el siglo XVII era frecuente que determinadas mujeres de posición social acomodada se retrataran con los atributos característicos de la santa de su nombre, dando lugar a lo que el profesor Emilio Orozco Díaz denominó "retratos a lo divino".

Esta obra cobra especial interés para el Centro Velázquez pues se puede asemejar perfectamente con la Santa Rufina de Velázquez, al mostrar la persuasión y la devoción propias de este tipo de santas mostrando su belleza y su elegancia.

En el caso de la de Velázquez, representa a una modelo muy próxima al artista. Por otro lado, Zurbarán en esta pintura pone de relieve además sus especiales dotes de delicadeza y de virtuosismo en el tratamiento de los paños. Las calidades, que se ven en los bordados, los brocateles, los damascos y el tafetán, lo presentan como uno de los artistas más preocupados en el Siglo de Oro por representar la elegancia y el virtuosismo artesano.


Zurbarán había tratado el tema de las santas mártires vírgenes de forma industrializada en series con destino al Nuevo Mundo, pero éstas que las presentan en parejas o aisladas representan lo mejor del arte del pintor de Fuente de Cantos, siendo considerada ésta, junto a la Santa Catalina que conserva la pinacoteca bilbaína, una de las obras maestras dentro de su producción, realizada de manera autógrafa por este artista y sin la colaboración del obrador, circunstancia que era bastante más habitual en las series.

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