Una adolescente británica de 13 años rechaza someterse a un trasplante de corazón, al que le obligaban las autoridades sanitarias y sin el cual estaría abocada a morir.
Las autoridades de protección infantil del condado de Herefordhsire han abandonado el proceso legal con el que querían forzar a la adolescente a someterse a la delicada intervención tras conocer el sufrimiento por el que la joven ha pasado tras las numerosas terapias recibidas para tratar una lesión cardíaca que impide el correcto funcionamiento de su corazón.
En unas declaraciones del diario "Daily Mirror", Hannah dice que los médicos le explicaron el problema, pero ella no quería pasar por más tratamientos. "Ya he tenido bastante con tantos hospitales y quería ir a casa".
Los especialistas le habían advertido de que la única solución a largo plazo era pasar por un trasplante, pero que, aún así, corría riesgo de morir durante la intervención quirúrgica.
Su padre, Andrew, de 43 años, dijo que el pasado viernes recibió una llamada telefónica de las autoridades infantiles de Herefordshire para advertirle de que podían retirarle la custodia de Hannah para obligar a la niña a someterse a la operación. Pero el padre les convenció de que era importante que hablaran con Hannah antes de tomar una decisión ante la Justicia británica.
